
Llegada de Bailleres a Policía de Acapulco ayudó a bajar delitos: experto
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de agosto 2021.- Un barullo politiquero entonaba el principio del fin esa noche, hacían eco en el enorme recinto que acogió durante seis años el discurso oficial de los Informes de Gobierno, así cantaban la despedida del 2021 para el Gobernador potosino, Juan Manuel Carreras, con notas de agonía, algunas punzantes y otras, con inercia.
Lo jocoso para entonces, eran los injertos de piel que pondrían en la pierna de una Diputada cenecista, que contaba muy aspaventera sus cuitas médicas a un no más animado legislador Federal de la zona Media que la oía distante, todavía cargando la cara larga post “zarandeada electoral”.
Todos tarareaban ahí lo inminente: el ocaso del sexenio carrerista.
Concluida la tercera llamada, en voz de un despabilado presentador, se ocuparon los asientos en medio de la observada llegada de Ricardo Gallardo Cardona, el sucesor del Dr. Carreras en el Poder Ejecutivo; el político de mote avícola sacó del letargo a Oscar Bautista, para recordarle con un saludo y palmadita en la espalda, que el muy “cabrón” no quiso irse con el Verde en campaña. El desenlace de esa historia lo escribieron los 165 votos que le pasó encima un joven querubín «moreno».
Bien dijo Winston Churchill: «La política es casi tan emocionante como la guerra y no menos peligrosa. En la guerra podemos morir una vez, en la política muchas veces», y a Bautista no le había tocado ninguna.
Comenzaron a resonar los tambores, así los militares convocaban al protocolo patrio con sus propias cajas de ofensiva.
Con las sillas ya ocupadas por los empresarios, Secretarios de Estado, Diputados Locales y Federales, Gabino Morales (y nadie más de la 4T), la presidenta del Poder Judicial, industriales, vanidosos militares, presidentes de partidos políticos y el alcalde electo de la capital, Enrique Galindo, comenzaba la carrera de Carreras, en lo que consideró su última rendición de cuentas a los potosinos.
Apareció a media luz la espigada figura de El güero, trajeado a tonos lozanos y con una corbata entintada como único elemento disruptivo. A paso firme trepó al tapanco para soltar la acostumbrada retahíla de agradecimientos y bienvenidas.
El primer minuto, fue para su esposa, Lorena Valle y sus hijos, “por su compañía siempre”. Enseguida vino el turno de los exgobernadores, Teófilo Torres Corzo y Horacio Sánchez Unzueta.
Fue exactamente en el tercero, cuando agradeció la presencia de Ricardo Gallardo, quien en lo posterior ocupará esos zapatos gubernamentales, en una primera oportunidad de contar a los potosinos sobre las acciones de su administración, una vez que transcurra el primer año de ejercicio.
Apenas 30 segundos después, el ponderado primer priista del estado hablaba sobre el proceso electoral, lo definió libre y de tradición democrática, con apego y respeto a la decisión de una mayoría.
“Expreso a las nuevas autoridades electas, mi deseo de éxito en las políticas públicas y proyectos que emprenderán, les reitero mi respeto y amistad”.
ANTES Y DESPUÉS DEL COVID
Acotar el discurso con un antes y un después de la pandemia en el Gobierno Estatal, fue el camino trazado por Carreras para el ejercicio, no tardó demasiado en ponerlo claro detrás del atril: “El camino recorrido en 6 años estuvo marcado por dos etapas en la vida pública, una de finales de 2015 al 2019 y otra, del año 2020 a la fecha”.
Lanzada la primera señal, desmenuzó el informe comenzando por la pesadilla virulenta llegada de China.
Acongojado por el momento histórico adverso, endilgó el asunto de las dañadas finanzas a un esfuerzo presupuestal extraordinario para responder a la emergencia; además de la reducción de ingresos, vía impuestos, a las arcas estatales.
En una de las filas traseras, el Secretario de Salud, Miguel Ángel Lutzow, parecía más preocupado por un semáforo rojo que no llegó en ese fin de semana, un día después de la cifra máxima de 813 contagios en San Luis Potosí.
Continuará…