Homenajean a personalidades vallenses en galería Arte y Tradición
RIOVERDE, SLP., 01 de julio de 2021.- El municipio de Rioverde, uno de los cinco más importantes de San Luis Potosí, cumple 404 años de fundación este 1 de julio, una fecha que ha quedado marcada entre los ciudadanos a través de los hechos históricos que le han dado vida e identidad a este pueblo.
El primer dato que retoman los historiadores sobre esta tierra fue la anuencia ofrecida el 20 de junio de 1617 del virrey de la Nueva España Don Diego Fernández de Córdoba, para autorizar la solicitud de los religiosos de la provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán, a fin de fundar las misiones del río Verde, destinadas a evangelizar a los naturales Xi’oi (Pámes)
La Misión de Santa Catarina, Virgen y Mártir del río Verde, fue fundada el primero de julio de ese año por el franciscano Fray Juan Bautista de Mollinedo, en el paraje del Ojo de Agua de Santa Elena, hoy Ciudad Fernández y tiempo después, en el mismo siglo se trasladó al Palmar, su actual asiento, lugar en donde el capitán protector trazó la plaza real y las manzanas con retícula renacentista, damero cartesiano que fue roto por el camino original entre ambas poblaciones: la Avenida Centenario.
En el año de 1621, fue convertida en custodia cuyos límites abarcaron hasta parte de Nuevo León, de Tamaulipas y de la Sierra Gorda queretana.
En virtud de que la primitiva iglesia y su convento anexo eran construcciones muy pobres, a la derecha del conjunto se levantó el templo actual en las postrimerías del siglo XVIII, cuando los cánones del estilo neoclásico comenzaban a imperar en el gusto de la época. Su atrio, la ahora plazoleta de la fundación, fue el primitivo cementerio hasta 1814, año en que se abrió el extramuros, denominado municipal a partir del 31 de julio de 1859.
En el período virreinal, el pueblo de Rioverde fue frontera con privilegios, perteneció jurídicamente a la Alcaldía Mayor de San Luis Potosí y a la Real Audiencia de México y en lo eclesiástico a la Diócesis de Michoacán.
El 23 de mayo de 1821 el coronel Juan José Zenón Fernández proclamó en Rioverde, por primera vez en la provincia potosina, el Plan de Iguala, dando por enterados a sus pobladores que México se emancipaba de España.
Al instituirse las intendencias en 1787, Rioverde fue subdelegación o cabecera de partido y desde el 19 de julio de 1826, con la categoría de capital de departamento.
Su título de ciudad lo obtuvo el 5 de octubre de 1827, mediante el decreto no. 60, art. 2º, del primer congreso constitucional.
En 1846, después de 228 años de obra civilizadora, el primer párroco, don Anastasio Escalante, vio partir al último franciscano, por decreto del 30 de noviembre del año anterior se había extinguido la Custodia y transcurridos nueve años, el 31 de agosto, S.S. Pío IX expide la bula de erección de la diócesis de San Luis, quedando el municipio dentro de su territorio.
A lo largo de su historia, la ciudad ha sido escenario de varias revueltas, producto de las luchas ideológicas que han conformado el México actual; fueron tres las relevantes: al estallar la Guerra de Independencia, las fuerzas insurgentes comandadas por el lego Juanino Luis Herrera ocuparon la población el 4 de marzo de 1811; durante la Revolución de Sierra Gorda, Eleuterio Quiroz cayó sobre la ciudad el 9 de marzo de 1849, y en la Guerra de Reforma el 7 de enero de 1861, el coronel Mariano Escobedo que se encontraba acuartelado en los altos de la parroquia, fue derrotado y hecho prisionero por el General conservador Tomás Mejía.
El servicio de correos lo tuvo desde la colonia y en 1793 se acuñó aquí una moneda con la ceca “Rioberde” por primera vez dentro de la provincia de San Luis.
El reloj público se inauguró el 19 de septiembre de 1872, año en que don Rafael Villalpando plantó las ceibas de la plaza constitución.
Después, la paz porfiriana trajo una época de florecimiento: se tendieron líneas telefónicas y telegráficas hacia las poblaciones aledañas, entre ellas la capital del estado y, en 1882 se instauró el transporte de diligencias entre ambas ciudades.
Fue inaugurado el servicio de agua potable por la empresa denominada Los Nogales, los jardines de la plaza se trazaron en 1890 y se inauguraron los teatros Diez Gutiérrez y Progreso.
Fue abierto el Hospital del Sagrado Corazón de Jesús en 189 y se inauguró el alumbrado eléctrico el 2 de abril de 1902.
El 25 de mayo de ese mismo año, el ramal del ferrocarril San Bartolo-Rioverde.
Algunas personalidades ilustres que nacieron o se avecindaron en esta ciudad fueron: durante la colonia, Fray Martín Herrán, defensor de los indios, fray Junípero Serra, insigne predicador, y don José Florencio Barragán, teniente coronel y comandante del Cuerpo de Caballería de Frontera del Nuevo Santander.
En la posguerra de Independencia, el General José Esteban Moctezuma, intrépido realista que se adhirió al Plan de Iguala; en la posguerra de Reforma, el General Sóstenes Escandón, Gobernador Liberal del Estado; en el porfiriato, el poeta Gonzalo Verástegui y el filántropo Dr. Javier Gallardo; y del pasado reciente, el primer cronista y escritor Eugenio Verástegui González Obregón (1900-1984).