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Ya no sorprende a nadie que la tragedia de la Línea 12 del Metro confirma la letalidad de la combinación entre irresponsabilidad oficial y la corrupción gubernamental.
Tampoco sorprende que la desgracia se convirtió “en nota” de primera plana en la prensa de todo el mundo, ya que revela la negligencia criminal del Estado mexicano y, sobre todo, del gobierno federal.
Y es que, en efecto, como lo dijimos ayer aquí: la negligencia, la corrupción y la irresponsabilidad suelen ser mortales.
Por esa razón la catástrofe no sólo sacudió los cimientos del gobierno de López Obrador sino que exhibió la escandalosa corrupción del primer círculo presidencial; preferidos como Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum –entre otros--, son presuntos responsables que, por eso, deben estar en prisión junto con el presidente, autor intelectual del “austericidio”.
Pero el desastre también rompió las amarras de la adelantada lucha por la sucesión presidencial --al interior del partido oficial--, y sobre todo marcará el inicio de la fractura entre el más poderoso grupo empresarial y el debilitado gobierno de López.
Sí, porque si bien políticos como López Obrador, Marcelo Ebrard, Mario Delgado y Claudia Sheinbaum –y otros--, tienen una responsabilidad política inocultable, también existen hombres de empresa “embarrados”, como Carlos Slim, cuyas compañías no saldrán limpias de toda culpa.
Lo cierto es que a partir de hoy –pero en especial luego del 6 de junio–, veremos “la madre de todas las batallas”, sobre todo por el peso de las culpas de la indagatoria por venir.
En pocas palabras, seremos testigos de la descarnada lucha de hermanos contra hermanos y del escalamiento de “la guerra de titanes” que colocarán en bandos opuestos a Carlos Slim y López Obrador, por un lado, y por el otro, a Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum.
Pero mientras buena parte del primer círculo presidencial dirime sus culpas en “la tragedia del Metro”, se abrirá un importe corredor por el que Ricardo Monreal intentará fugarse como puntero en la sucesión, una vez que Ebrard y Sheinbaum se quedaron sepultados en los escombros del Metro.
Pero vamos paso a paso.
¿Quiénes son los responsables políticos de la tragedia?
¿Quiénes son los responsables técnicos o tecnológicos de la desgracia?
Primero aparece el presidente López Obrador, el jefe de las instituciones del Estado mexicano y quien forzó al extremo la política de austeridad que dejó al Metro sin presupuesto para mantenimiento.
Segundo, sin duda que una culpable de primera línea es la jefa de gobierno de CDMX, cuya indolencia criminal no tiene paralelo.
Y es que durante 30 meses, la señora Sheinbaum atestiguó numerosas llamadas de atención sobre las fallas, errores y horrores de la Línea 12 del Metro y no se dignó a tomar en cuanta una sola denuncia.
En éste caso, la jefa de gobierno puede dar por muerta su candidatura presidencial, a causa del derrumbe del Metro. Aún así, tiene más ventaja que su adversario natural.
Sí, la jefa de gobierno no sólo mantiene el cargo –y recibió el espaldarazo presidencial–, sino que manipulará la investigación sobre la tragedia y se podría decir que “tiene en un puño” a Marcelo Ebrard.
¿Por qué?
Porque Claudia puede exhibir al canciller como el único responsable de la tragedia del Metro, a pesar de que ella misma tiene un porcentaje de culpa similar. Pero para eso sirve el poder.
Y mientras Marcelo y Claudia “se despellejan”, Ricardo Monreal se frota las manos.
¿Por qué?
Porque tiene el camino libre para convertirse en el puntero en la contienda por la sucesión. Pero en donde la guerra será de alta tensión es entre los dos titanes del poder, AMLO Y Slim.
¿Y por qué será la madre de las batallas?
Porque abundan las evidencias de que las empresas de Carlos Slim modificaron las especificaciones técnicas de los tramos que le concesionaron de la Línea 12 del Metro.
En efecto, Slim cambió el “concreto armado” de las trabes del tren elevado, por vigas de acero, lo que permitió un importante ahorro a sus empresas.
Pero esa no es ninguna novedad.
Esa irregularidad la conocían todos los enterados de la construcción de la Línea 12 del Metro. Por eso también saben que, en su momento, Slim amenazó al gobierno del DF de “contrademandar” a la autoridad capitalina, si le exigían cuentas por colocar través de acero, antes que las “ballenas” de concreto armado que exigía el proyecto original.
Al final de cuentas son seis los principales responsables de la tragedia y son seis lugres los que debieran abrirse en las cárceles mexicanas para ellos.
En ese orden son López Obrador, Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum, Mario Delgado, Carlos Slim y la directora del Metro, la señora Serranía.
¿Y cuántos de ellos pagarán con cárcel su negligencia criminal?
En el sexenio de Obrador habrá total impunidad.
La justicia llegará una vez que concluida la fiesta de la corrupción, la irresponsabilidad y la negligencia.
Al tiempo.