Preparativos para una amenaza llamada Trump
Empresarios serán finiquitados y premiados con nuevos contratos en Santa Lucía, mientras este mismo día se hace oficial el deterioro salarial de decenas de miles de trabajadores de los tres poderes. En la Cuarta Transformación se beneficia a los de siempre… y se jode a los de siempre.
Hugo Páez
Dos lados de la Cuarta Transformación vimos el día de hoy: al despuntar el día el Diario Oficial publicó el bajón salarial que afectará a decenas de miles de burócratas, y por la tarde Andrés Manuel López Obrador apaciguó a los empresarios involucrados en el cancelado nuevo aeropuerto de Texcoco, con lo que todos sabemos que eso significa además del finiquito de sus contratos: más contratos, más ganancias y posiblemente beneficios hacendarios.
“Todos se portaron bien, al cien… ellos van a participar en Santa Lucía, es muy probable, también en otras obras”, declaró el presidente electo al salir del restaurante de Polanco.
¿A quién le importa la tranquilidad de los contratistas del NAICM de Texcoco..? solamente a ellos mismos y López Obrador metido en un pandemonium que lo aleja de su gabinete, enfrentado con los medios y hasta la revista Proceso, afín a las luchas de izquierda, pero sin traicionar su asertividad periodística titula esta semana: ‘El fantasma del fracaso’.
El sacrificio salarial de los burócratas derivará en decenas de miles de infortunios domésticos, mientras Javier Jiménez Espriú declara esta misma tarde, al salir de la comida con empresarios, que los gastos NO recuperables del NAICM ascienden a 30 mil millones de pesos, sin embargo, los cálculos más conservadores hablan de más de 100 mil millones de pesos echados a la basura.
A diferencia de los ciudadanos y del país que se queda sin la obra de infraestructura vital para los nuevos tiempos, los empresarios Antonio Gómez (Carlos Slim Helú); Carlos Hank Rohn, Olegario Vázquez Aldir; Hipólito Gerard, y Guadalupe Phillips, directora de ICA, recibieron atención especial.
Al final del día el pueblo sabio no fue consultado, ni de algo que no sabía. La consulta no se aplicó en una muestra representativa de nada, la mecánica se orquestó como una pantomima de cuatro días, y el costo histórico lo pagaremos los ciudadanos. Las aportaciones de los contribuyentes servirán para la complacencia de los contratistas del NAICM, a partir de la decisión del proyecto aeroportuario de Santa Lucía.
Tampoco veremos una comisión especial, como la formada por Alfonso Romo Garza, Carlos Urzúa Macías y Jiménez Espriú para atender a las decenas de miles de burócratas y funcionarios afectados con el bajón salarial, previsto en la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos.
Al finalizar la semana la promulgó el presidente de la Cámara Martí Batres Guadarrama, una compromiso del presidente electo y operada por los líderes parlamentarios Ricardo Monreal Ávila en el Senado y Mario Delgado Carrillo en Diputados, que modifica los artículos 75 y 127 de la Constitución y que entrará en vigor una vez aprobado el Presupuesto 2019.
El artículo 6 indica que ningún servidor público recibe una remuneración o retribución por el desempeño de su función, empleo, cargo o comisión mayor a la establecida para el Presidente de la República en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
El la Cuarta Transformación se complace a los de siempre y se jode… también a los de siempre.
SUSCRIPCIÓN A CORREO: http://ow.ly/S7Ho30igRJ7
twitter: @HugoPaezOficial
facebook: https://www.facebook.com/hugopaezopinion