Diferencias entre un estúpido y un idiota
No es nuevo que el mundo, a través de reputados diarios globales, vea al presidente mexicano como el hazmerreir del orbe.
Hoy tocó el turno al británico Financial Times, que realiza un puntual repaso del gobierno de López Obrador, al que califica de retrogrado ya que “derriba el presente para crear un futuro inspirado en el pasado”.
En una de sus más recientes ediciones, el reputado rotativo global presentó una demoledora crítica al gobierno de AMLO, no sólo por su pulsión de volver al pasado populista, sino por sus escandalosos fracasos; como el manejo criminal de la pandemia, la violencia desbordada, la economía destrozada, la pobreza desolada y el “descocado” maltrato a las mujeres.
Pero, sobre todo, el reportaje hace énfasis en la pulsión del mandatario mexicano por el regreso al pasado y hasta llega al extremo de jugar con la metáfora del hombre que durante 20 años permanece dormido y que, al despertar, quiere encontrar el mismo mundo que vivió antes de su largo sueño.
Pero también es cierto que no es nuevo nada de lo que revela el afamado diario británico.
En realidad, el trabajo periodístico del Financial Times es una suerte de resumen de lo que, por años, han reportado tanto la prensa mexicana crítica del gobierno de Obrador, como algunos de los intelectuales más reputados de nuestro país.
Por ejemplo, el no tan lejano 8 de noviembre de 2017, el diario español El País, entrevistó a Roger Bartra, uno de los más sólidos intelectuales y referente de las llamadas “izquierdas mexicanas”, quien en esa fecha –hace más de cuatro años–, llegó a la misma conclusión que el Financial Times.
Bartra es un mexicano de raíces catalanas y le dijo a los periodistas de El País que el entonces precandidato presidencial, López Obrador, “representa la nostalgia por el viejo PRI de los años 70 del siglo pasado”.
Y si aún dudan que los hallazgos del diario británico son una vieja noticia en México, a continuación, fragmentos de la entrevista de El País a Bartra.
“Pregunta. En la reciente presentación de la revista El Machete, usted criticó que la izquierda mexicana se haya perdido en sus pequeñas miserias.
“Respuesta. En los últimos años, la izquierda mexicana ha tenido una deriva desagradable. Tras la disolución del Partido Comunista, que era la fuerza más importante de la izquierda, comenzó un proceso que terminó por fundar el Partido de la Revolución Democrática. Pero la historia del PRD ha sido de enfrentamiento entre muchas tribus, principalmente entre el ala populista-cardenista y la socialdemocracia. Eso evolucionó hacia la ruptura y a la fundación de Morena, de López Obrador, por el sector populista.
“P. ¿López Obrador es heredero de esa izquierda?
“R. López Obrador ha dejado de ser de izquierdas, y más ahora que ha comenzado un viraje hacia posiciones cercanas al viejo PRI. Obrador es el PRI previo a Miguel de la Madrid, a Carlos Salinas…
En cierto sentido es el peor PRI; un partido autoritario y represivo que representa el antiguo régimen en su máxima expresión.
“P. ¿Cómo ve al Frente Ciudadano, formado por PAN y PRD? ¿El único pegamento de esa alianza es el odio al PRI?
“R. Es un logro importante que el PRI no continúe, pero no es suficiente porque se debe celebrar una alianza entre el ala democrática del PAN y la reformista del PRD, lo que ha generado una gran expectativa, pero es necesario construir un programa mínimo de Gobierno que conozcan cuanto
antes los mexicanos porque bien gestionado podrían llegar a ganar las elecciones.
“P ¿El populismo es un problema en México?
R. En América Latina es un movimiento de salida, en Europa no ha calado y en EE. UU. se ha impuesto en su versión más derechista. López Obrador es el ultimo exponente de una ola populista en América Latina, pero no creo que tenga posibilidad de ganar.
“P. Tras el terremoto se vio una juventud que se movilizó masivamente y parece que hay una generación a la que le queda estrecha la camisa.
“R. México debe convivir con una contradicción trágica entre el necesario sistema de partido y el bajo nivel de sus políticos. No podemos prescindir de los partidos, porque destruir el sistema sería suicida, pero al mismo tiempo los pilotos de esos partidos deben reciclarse porque son de muy bajo nivel.
“P. ¿Cuál es el estado anímico del país?
“R. Me cuesta caracterizar a un país por unos pocos. Pero hay una clase media que viaja y que se siente tratada como un paria por Trump. A ello se debe sumar la sospecha de ser narcotraficante. Eso contribuye a que la melancolía se extienda entre la población que añora viejos y mejores tiempos.
“Y en esa dirección, López Obrador representa la melancolía y la nostalgia por el viejo PRI de los años 70.
“P. ¿Cómo es ideológicamente el mexicano?
R. Las encuestas revelan que la mayor parte de los mexicanos son de derecha y se definen como tales.
“Y, efectivamente, eso corresponde a la realidad política del país. Los dos principales partidos de derechas, el PAN y el PRI, aglutinan a la mayoría de los votantes. Un sector muy grande de la población mantiene inclinaciones caudillistas empapado de la tradición nacionalista revolucionaria y, aunque ya no vote al PRI, sigue esperando al caudillo y “al señor presidente”.
“Estos son, sobre todo, los sectores más atrasados y pobres. En México hay una relación muy clara entre las zonas más pobres y el voto al PRI y, en la medida en que la sociedad se urbaniza y moderniza, el PRI pierde votos.
“P. ¿Se ha desaprovechado el impulso democratizador tras la victoria de Vicente Fox en 2000?
“R. Todas las transiciones a la democracia tarde o temprano desembocan en una evocación melancólica. Ya lo predijo Tocqueville, la
democracia es un sistema de representación, pero no tiene respuestas para los problemas de desigualdad, corrupción o pobreza y, por tanto, genera tristeza.
“En México esto ha ocurrido muy rápidamente porque fue la izquierda la que tradicionalmente luchó por la caída del antiguo régimen. Sin embargo, el cambio vino por la derecha, por Fox, y eso provocó frustración entre muchos.
Paralelamente, la derecha no consolidó reformas y, además, se enfrentó a la gran corriente populista de López Obrador en 2006, que estuvo a punto de ganar las elecciones, lo que generó más decepción.
“P. ¿Se siente decepcionado por Peña Nieto?
“R. No estoy decepcionado porque no esperaba nada. Es un hombre inculto, poco preparado, poco hábil y un mal político que pasará a la historia como corrupto e ineficaz. Peña Nieto contribuirá a que el PRI no gane las próximas elecciones. Los nuevos tecnócratas que llegaron con él ni siquiera tenían colmillo político suficiente.
“P: ¿Qué balance hace de su gestión?
“R. Lo mejor fue la reforma educativa. Con muchos tropiezos el gobierno avanzó en su implementación a pesar de enfrentarse a uno de los grupos más siniestros de este país que es la CNTE, un sindicato magisterial radical, corrupto y provocador que ha puesto todo muy difícil.
“Otra reforma positiva fue la energética, pero con la caída de los precios del petróleo no se ven sus efectos”. (Hasta aquí la cita)
Como
Como pueden ver, no es novedad que el de López Obrador es un gobierno populista, retrogrado, reaccionario y con un profundo sentido de derecha.
Y si, en los primeros 28 meses de gestión no solo es un fracaso total sino en México y en el mundo el de López obrador es el hazmerreír.
¿hasta cuándo?
Al tiempo