Economía en sentido contrario: Banamex
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Este monero ha practicado la pintura artística en diversas formas y como muchos de los estudiantes de primaria y secundaria sabe que mezclando un poco de pintura azul con la de color amarillo se forma el verde, o mezclando un poco de rojo con blanco se forma el rosa, también como mucho sabemos, mezclando un poco de rojo con negro se forma el marrón. Si uno sigue experimentando con los colores y sus mezclas encuentra pronto el violeta, el anaranjado, el gris, pero tarde temprano acaba mezclando más de dos o tres colores o combinando colores que ya eran resultado de una mezcla previa y encuentras uno de los colores más tristes que puede existir: el pardo.
El pardo no es un color café, no es un gris, es el color más desagradable que puede existir. La ciencia indica que el negro proviene de la ausencia del color, y que el blanco es la mezcla de todos los colores, pero no, el pardo es un color que no es color, y es el resultado de mezclar todos los colores de las pinturas. El resultado de un batidillo.
Las elecciones del 2021 en San Luis Potosí están dándose de una forma tan inverosímil que a la mayoría de los ciudadanos resulta francamente un batidillo colosal. Si alguien me hubiera dicho hace 10 años que habría una alianza entre PRD, PAN, PRI y Conciencia Popular, lo hubiera tirado a loco. O si me dijeran que el Partido Verde Ecologista de México, que en su momento sirvió de escort o comparsa en las elecciones, abrazando a políticos como Vicente Fox o Enrique Peña Nieto, en el 2021 en San Luis Potosí está abanderado por un individuo de dudosa reputación, un Perredista que en otro tiempo pintara junto con su padre de odioso amarillo a capricho la zona metropolitana del gran tunal, me hubiera carcajeado. Si bien el PVEM resulta tener muy poca ética como institución política y ha sido artífice de varios escándalos a nivel nacional y a nivel local, siendo un partido que normalmente está encabezado por “niños bien” es raro que tome a un individuo de la calaña de El Pollito bajo sus alas de tucán.
Por otro lado, el niño nuevo del barrio el que trae los juguetes nuevos, el que tiene el papá (nuevo) rico y que antes nadie juntaba, es el partido Morena y curiosamente ha acogido como su candidata a una mujer que ha sido funcionaria de salud en los dos últimos sexenios priístas, y acusada de diversos desvíos del erario público. Sin mencionar que abandonó el campo de batalla contra la pandemia, siendo ella la mariscala que comandaba el frente.
La mezcla de tantos colores se está convirtiendo francamente en un pardo asqueroso, pero que lejos de aburrir a quienes nos gusta ver los hilos detrás del poder, lo vemos como un pandemonio de caos con destellos de locura, que francamente se ha vuelto fascinante y nos lleva a preguntarnos que no se espera en los próximos cuatro meses a los tuneros. Esto que apenas comienza es algo digno de observarse y difícil de analizar.
Pero este monero, se confiesa ante ustedes mis queridos lectores, totalmente imposibilitado para predecir algo. Con la boca abierta, los ojos entrecerrados y la mano en la barbilla observo esta competencia a punto de empezar, conteniendo la respiración y esperando a que se den los primeros movimientos. Es como si estuviéramos en un escenario donde competirán varios grupos artísticos, por un lado, ves una orquesta sinfónica, luego un mariachi y al último una banda de heavy metal, y cada uno tuviera que interpretar una pieza musical fuera de género, digamos que a las sinfónica le dieran un reggaetón, al mariachi una pieza de jazz y al grupo de Heavy metal le pidieran que tocara una norteña. Y para ser más hermoso el espectáculo, tuvieran las tres bandas que interpretar sus piezas al mismo tiempo.
Queridos potosinos tomen sus asientos y prepárense porque esto pinta para hacer el batidillo más excitante de todos los que hemos visto. En sus marcas, listos…