Estrena Guillermo Arriaga filme inspirado en volcadura que sufrió en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 12 de febrero 2021.- Con las escuelas desiertas debido a la pandemia de Covid 19, ladrones se dan vuelo robando equipo de cómputo, muebles y lo que esté a su alcance en los planteles sin que la Fiscalía General del Estado avance las investigaciones.
Desde que comenzó la contingencia, la primaria Club de Leones -en Rioverde- ha sido objeto de 19 robos, otra, la escuela Juan Miranda Uresti en -Ciudad Fernández- sufrió nueve atracos, una muestra del impacto que la inseguridad ha tenido en el patrimonio de las instituciones educativas.
“Un fenómeno que las autoridades no atienden y muestran indiferencia”, dijo el jefe de sector 11, Gregorio Reséndiz Olvera.
El jefe educativo dio a conocer que han documentado 84 robos y la mayoría tienen una denuncia ante el agente del Ministerio Público, lo anterior fue revelado en un ejercicio inédito convocado por directores de primarias llamado conversatorio con los medios masivos de comunicación sobre el alto índice de robos a las instituciones educativas y la inconformidad por la impunidad derivada de la falta de seguimiento y nula solución a las denuncias presentadas ante el Delegado de la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí.
Los delincuentes no solo roban, sino que destruyen todo a su paso, protecciones metálicas, puertas, ventanas, conexiones eléctricas, de drenaje, dejando a los directores al borde del llanto y la desesperación, dijo el maestro.
Los delitos se llevan a la Fiscalía, “tenemos las carpetas de investigación, el reporte único de las denuncias y no tenemos solución alguna”.
El profesor dio a conocer que el 14 de diciembre entregó un oficio al licenciado Emilio Bartolo Dolores para pedir un informe sobre el avance de las investigaciones, pero nunca contesto. Por ese motivo, los directivos ya no quieren poner denuncia pues gastan tiempo, esfuerzo y sacrificio.
Reséndiz Olvera destacó que los alcaldes de Rioverde y Ciudad Fernández se han sumado con apoyos para el pago de veladores o compensaciones para padres de familia que acuden a vigilar escuelas, pero no pueden hacerlo en todas.