Diferencias entre un estúpido y un idiota
La emergencia por Covid vive su peor momento. Está en fase de crecimiento descontrolado.
Desde el 30 de diciembre ha habido cuatro días con más de mil fallecimientos. Este miércoles y jueves la cifra de nuevos contagios no bajó de 13 mil.
En ocho estados de la República los hospitales están a reventar; la ocupación oscila entre 74 y 88 por ciento.
La cifra de muertos ya rebasó 131 mil.
La llegada de vacunas genera esperanza, sí, pero su aplicación será un proceso largo y lento.
Mientras, la economía de millones está en terapia intensiva, al borde del colapso mortal.
Va un solo ejemplo entre muchos…
Restaurantes, merenderos, fondas y comederos, mueren de hambre. Confinamiento y semáforos rojos los ahorcan. La Cámara Nacional del gremio acusa la quiebra de 122 mil establecimientos en todo el país; 450 mil empleos directos se han esfumado; se temen más. Sólo en el Valle de México han cerrado 13 mil 500 negocios. Son datos del INEGI.
Los restauranteros lloran desesperados las consecuencias de la pandemia: “¡Nos estamos extinguiendo; ¡Ya no podemos más!”; ¡Abrimos o morimos!”. Ruegan ayuda urgente. Piden pan y no les dan. Están entre la espada y la pared… como todos.