Peleador potosino de Muay Thai triunfa en Monterrey
MORELIA, Mich., 29 de diciembre de 2020.- “Yo no soy Chiva de corazón, soy Chiva de nacimiento”. No hay frase más representativa de lo que Salvador Chava Reyes Monteón sentía por el Guadalajara y que al mismo tiempo lo definió como el máximo estandarte en la historia del club.
Este martes se cumple su octavo aniversario luctuoso. Chava Reyes nació el 20 de septiembre de 1936 y por sus venas corría sangre rojiblanca por herencia de su padre, Luis Reyes, quien fue uno de los principales atacantes del cuadro tapatío en los inicios del futbol profesional en México.
Su temprano amor por Chivas, que se había alimentado desde muy pequeño al ser mascota y recoge balones durante su infancia en los encuentros del Rebaño Sagrado.
Tras destacar en el equipo de SUTAJ, uno de los conjuntos amateurs más importantes de Jalisco, Chava pasó a las filas del Guadalajara y con sólo 16 años de edad, el estratega argentino José María Casullo le dio la oportunidad de debutar contra León en 1953 y dejar su nombre inscrito como el jugador más joven en hacer su presentación en el campeonato nacional con la oncena más querida y popular del país.
El famoso Melón comenzó a escribir su brillante historia como rojiblanco el domingo 29 de noviembre de 1953 cuando marcó su primer tanto, en un encuentro ante el Oro, y a partir de ahí sumó goles a racimos para colocarse como el máximo artillero en la historia de la institución en la Liga con 122 goles, récord que se mantuvo durante más de 40 años, pero sobre todo que apareció en los momentos decisivos para aportar anotaciones que llenaron de gloria al club.
Una de ellas fue la de la noche del jueves 3 de enero de 1957, en la penúltima jornada de la Temporada 1956-1957, cuando hizo el gol con el cual Chivas venció al Irapuato por 1-0 para conquistar su primer título de Liga y desatar la euforia en el Parque Oro, donde alguien incluso le quitó el zapato para atesorarlo como una pieza invaluable en la historia del Guadalajara.
El crecimiento futbolístico de Salvador Reyes fue vital para la transformación del equipo en el ‘Campeonísimo’, con la obtención de otros 6 trofeos de Liga hasta 1965, ya que fue el máximo anotador rojiblanco durante seis campañas consecutivas, entre ellas la 1961-62, cuando consiguió 21 tantos para proclamarse Campeón de Goleo, distinción que compartió con Carlos Charro Lara del Zacatepec.
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