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Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
El INEGI reveló que 1 millón 10 mil 857 MiPymes (micro, pequeña y mediana empresa) cerraron sus negocios en este 2020 en comparación de 2019, y esto arrojo que casi 3 millones de personas perdieran su empleo, más 1.15 millones de los otros negocios que aún sobreviven; es decir, 4.12 millones de mexicanos desempleados, en gran medida, lo sabemos todos, por las consecuencias de la pandemia y sin los apoyos suficientes o nulos por parte del gobierno federal.
Estos números crudos revelados mediante encuesta, reflejan no sólo la gravedad de la crisis económica, también la insólita falta de apoyos económicos de la autodenominada 4T hacia el principal empleador del país, los pequeños y medianos empresarios. Tan sólo el 5.9%!! de los entrevistados mencionaron haber tenido algún tipo de apoyo por parte del gobierno… es decir, 94.1% no lo tuvo!!
Si estas cifras no alarman, no sé entonces que le preocupa al presidente Andrés Manuel López Obrador; aunque ya comento en su conferencia mañanera que él tiene otros datos más positivos, sobre esta medición de la principal institución en México que refleja en números la realidad nacional. ¡y también las descalifica! Caray.
Julio Santaella, presidente del INEGI, dijo que “no podemos afirmar la casualidad, pero definitivamente podemos decir que la pandemia tiene un factor dentro de todo esto”. Más claro ni el agua. Mientras los números exponen el fracaso del gobierno en la contención de la crisis económica, aunado al fracaso sanitario (Bloomberg y Organización Mundial de la Salud dixit), en Palacio Nacional se desvía la atención con la frase de moda de AMLO: “Yo tengo otros datos”.
Esta reducción dramática de empleos y empresas, fuera de los números oficiales de bajas en el IMSS, merecería un trato diferente por parte de las autoridades federales, pero ya lo dijo el hoy ex jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, en el sentido qué este país se maneja como si estuviéramos creciendo al 9% y no decreciendo al mismo porcentaje del PIB; palabras que sin duda generaron no sólo la molestia de su jefe, si no el hartazgo reflejado por parte de Romo por no lograr incidir en mejor manera en la conducción de la economía nacional, al parecer, fijada en la visión de una sola persona: el Presidente.
Una reducción del 20% de las MiPymes en un año no sólo es consecuencia de la crisis de la pandemia, es también el resultado de que AMLO y su gabinete no buscan el rescate de empresas, así sean las pequeñas y que generan millones de empleos, por un tema presupuestal y, sobre todo, de cero tolerancia al endeudamiento que bien podría verse justificado ante estas circunstancias.
Leía hace poco una columna que se preguntaba en donde estaba el “AMLO pragmático” que gobernó el extinto gobierno del Distrito Federal, hoy CDMX, ante las medidas económicas que parecen más producto de su ideología; pues bueno, ese pragmatismo parece que se esfumo con la salida de Alfonso Romo y se prevé un endurecimiento de las políticas basadas más en la creencia personal que en las mediciones estadísticas de lo que es mejor para el país. Al tiempo, esperemos me equivoque.
Canal de Youtube: Money con Israel Calderón