Libros de ayer y hoy
Si todo marcha según las estimaciones del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, entre el 58 y 60 por ciento de potosinos saldrán a la calle, con o sin pandemia, para elegir a su próximo Gobernador, diputados y alcaldes, el próximo 6 de junio.
Podría pensarse que son expectativas muy altas dadas las condiciones inciertas, la ausencia de un tratamiento y vacuna anti Covid (que podría no llegar en ese plazo, pese a todos los aspavientos), pero hay indicios de que ni en el peor de los escenarios, la ciudadanía se quedará en casa y el ejemplo más reciente lo dieron Coahuila e Hidalgo, en uno de los puntos más álgidos de la crisis.
¡Pero! No se pueden echar las campanas al vuelo.
Algo insoslayable es que los candidatos y, sobre todo aquellos que encabecen las históricas coaliciones partidistas -que no a muchos convencen- deberán echar mano de una capacidad discursiva extraordinaria para seducir al siempre complicado electorado potosino, porque en esta jornada el convencimiento de participación se antoja más desafiante que nunca. Tendrán que aplicarse.
Cero y van dos en la Fiscalía del Estado que lidera Federico Garza, donde la procuración de justicia ha sido históricamente uno de los reclamos ciudadanos más sentidos, claro que al caballero se le da muy bien eludirlos. (Hasta que llega alguna madre desnuda por los pasillos de la FGE para que medio abra los ojos).
Que si la pandemia de Covid 19, que si la ausencia de personal o poco presupuesto, que si los ¡neófitos abogados! desconocen por completo el sistema penal acusatorio y todo complican.
Pero, ¿qué dirá el Fiscal de sus muchachos Tik Tokeros? Porque eso sí, no atienden a los ciudadanos, pero qué bien se aplican en el contoneo para subir impúdicos videos en esta plataforma social, desde su área de trabajo, horario laboral y claro, uniformados, para que amarre.
Primero fue una colaboradora de la zona Media, a quien por cierto parecen haber mantenido en el cargo y quizá por eso le hizo segunda un mozalbete de la sede central, quien ya fue debidamente vapuleado en varias plataformas por tremenda conducta neandertal. ¿Una chambita, no nada?
Otro personaje que últimamente incurre en ciertos comportamientos erráticos, es el morenista Leonel Serrato Sánchez, quien, en su carrera para lograr posicionarse como el ungido por Morena para contender por la Gubernatura, cometió el exceso de volver a insultar a la exlegisladora priista, Rebeca Terán Guevara, durante una conferencia de prensa junto a diputados de este partido. Y para todos tuvo, si no pregunten al nuevo petista, Adrián Esper, a quien tildó de un «payaso» por sus aspiraciones políticas.
Fue hasta cómico, que antes de llamar ratera a Terán Guevara por enésima ocasión, se disculpó con la dama por el episodio del 2017, cuando la acusó de «esconderse en sus enaguas».
¿Tuvo algún sentido? A simple vista, solo el de denostar a la actual presidenta de la Organización de Mujeres Priistas, pero cuidado, que la huasteca no es precisamente una política que se agache ante las provocaciones y puede estarle preparando más que una respuesta pública, deberá recordar que hay lineamientos claros, de su propio partido, sobre los aspirantes que hayan ejercido violencia intrafamiliar, política o de género.
Es de destacar que el político tiene un talento dialéctico brillante y eso le ha valido posicionarse, pero debe estar atento a los resquicios que deja abiertos con esta clase de revueltas intestinales.
Por cierto, ¿Qué sucede con el manejo político del Congreso del Estado? Es la segunda vez que le utilizan para convocar a conferencias de prensa disfrazadas y terminan abordando causas político electorales. La invitación a la de Leonel Serrato, se hizo precisamente desde un grupo de Whats App que administra personal del Poder Legislativo bajo el pretexto de un posicionamiento pro 4T, donde terminó por colarse el aspirante para proyectar sus avances en la interna de Morena.
O sea, sabemos que hay valores entendidos, eso que ni qué, pero deberían cuidar las formas.