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CIUDAD VALLES, SLP., 14 de octubre del 2018.- De aplicarse la técnica del «fracking» en la Huasteca Potosina, estarán en riesgo ríos, cascadas, cuevas y cerros a lo largo y ancho de diez mil kilómetros de extensión, advirtieron activistas en un reportaje publicado en el diario español El País.
De acuerdo con el asesor de la Coordinadora de Organizaciones Campesinas e Indígenas de la Huasteca Potosina (COCIHP), Rogel del Rosal, «previendo el desastre que se podría provocar a partir de la Reforma Energética de 2013 y a partir del conocimiento de que se usaría el ‘fracking’, orientamos nuestro esfuerzo casi totalmente en la defensa del territorio».
El trabajo periodístico indica que las afectaciones también incidirían en la vida actual de 370 mil indígenas de 397 comunidades, de las etnias tének, náhuatl y pame, «la primera, descendiente directa de los pueblos mayas, que habitaban la zona antes de la llegada de los europeos».
Del Rosal, con tres décadas inmiscuido en la defensa de los territorios indígenas de la Huasteca, indicó que hasta ahora se saben las causas que motivaron a las autoridades de los años 80 del siglo pasado a realizar exploraciones en el subsuelo. «Eran para generar un mapa acerca de las reservas de gas y petróleo que existen en la Huasteca», sostuvo.
El País recuerda que el primer pozo petrolero se abrió en el municipio de Ébano, en 1904 y que la región también ha sufrido la explotación de oro, plata y cobre. Ahora, grandes empresas trasnacionales buscarán extraer gas shale, acumulado en rocas, por lo cual deberán aplicar la técnica de fractura hidráulica, que requiere entre nueve y 29 millones de litros de agua mezclada con potentes químicos para salir a flote.
«En zonas de Estados Unidos donde se ha realizado la extracción de hidrocarburos mediante la técnica del ‘fracking’ se ha demostrado la presencia de metanol en el agua destinada al consumo humano», refiere el reportaje escrito por Roberto Palomo, quien al mismo tiempo cita el activismo del ex alcalde de Tanlajás, Domingo Rodríguez Martell, mismo que advirtió la llegada de la empresa Schulumberger Offshore Services y la autorización de Petróleos Mexicanos (Pemex) para que use 190,000 kilos de explosivos en la zona.