Economía en sentido contrario: Banamex
A ver si los morenistas no terminan de pleito, y es que ya son muchos -eran muchos y parió la abuela, dijo el clásico-, que aspiran a la gubernatura de San Luis Potosí.
Por un lado, cabe preguntarse si todos tendrán los tamaños para tales aspiraciones, serían más honestos si hicieran como el superdelegado Gabino Morales Mendoza y aguardaran su tiempo, en vez de apuntarse en una lista que de tan larga, se ha vuelto intrascendente.
Por otro, quién sabe si les alcance el tiempo para convencer a los electores que sean encuestados, porque como se sabe, ese será el método elegido para seleccionar al o la candidata al cargo.
Lo más lógico es que solo sean amagues y estén buscando simplemente un hueso, no el bien de San Luis Potosí.
La propuesta más explosiva, de momento, es del petista Adrián Esper Cárdenas, quien pidió que los secuestradores sean fusilados ipso facto por las fuerzas policiales o armadas, cuando se los encuentren en el camino o les sea aplicada la pena de muerte, en este momento vedada por la Constitución.
El alcalde de Ciudad Valles se ha distinguido por soltar de más la lengua, pero como está la inseguridad, es posible que logre adeptos radicales que quieran lo mismo que él.
Los que podrían respingar, sin embargo, son los verdeecologistas, que en cada elección reciclan esta estridente sugerencia para ganar unos votos, pero todo termina en lo mismo: con la propuesta legislativa enlatada.
Además, si revisamos la plataforma electoral de Esper cuando se registró como aspirante a presidente municipal independiente, resulta que no abarcó más de una cuartilla, así que bien podría tratarse de una más de sus ocurrencias.
Los últimos aseguramientos de armas largas en la huasteca potosina están de llamar la atención, ya que coinciden con una nueva oleada delictiva.
Una de las víctimas más recientes fue el exregidor y líder cañero Alberto Zúñiga Hervert, lo que puso nervioso al sector, ya que hacía mucho tiempo que no tocaban a uno de sus agremiados. Esto ya tiene más de un mes, pero justo fue cuando los grupos delictivos empezaron a apretar con dureza.
Por el momento, existe una recompensa de dos millones de pesos por un sujeto identificado como Evaristo Cruz, El Vaquero, quien al parecer intenta hacerse del control territorial huasteco desde Matamoros, Tamaulipas, donde tendría su centro de operaciones.
Las acciones policiales y del Ejército en la zona tienen el propósito de frenar a como dé lugar esa nueva incursión, en un área geográfica asediada por varios grupos del crimen organizado y los primeros golpes ya fueron dados.