Ser periodista es, jugarse la vida
El jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, “pone el grito en el cielo” una vez más al cuestionar qué las autoridades en México (él forma parte de esos funcionarios federales), no pongan reglas claras a la inversión y eso ocasione qué 30,000 mil millones de dólares del exterior y 1.2 billones de pesos del interior no estén siendo la punta de lanza de la recuperación económica.
Cifras exorbitantes que darían empleos y crecimiento del Producto Interno Bruto en el país y los cuales no están siendo aprovechados, fundamentalmente, porqué los hombres o el hombre que dictan la política económica en México no ponen reglas claras de operación para el funcionamiento de esas inversiones. Dichos que parecen de locos si tomamos en cuenta… qué Romo está encargado de una oficina al más alto nivel gubernamental (al lado del Presidente AMLO) qué debería ya propiciar la atracción de tan cuantiosos recursos millonarios.
En su momento, Romo comentó que en el momento en que el Presidente Andrés Manuel López Obrador no lo escuche, en ese instante renunciaría y, al parecer, el primer mandatario “no para oreja” a los consejos del empresario regiomontano, si tomamos cómo base las quejas que últimamente en los medios ha proferido el jefe de la oficina de la Presidencia.
Y para muestra un botón: “No podemos manejar un país qué esta decreciendo al 9% como si estuviéramos creciendo al 9%” (el que lo maneja es AMLO).
Otro botón: “Sólo con certidumbre, podremos activar los 30,000 mil mdd disponibles para la inversión inmediata que comenta Amexcap y los 1.2 billones de pesos de la banca. Dinero disponible hay, sólo tenemos que trabajar en dar certidumbre” (la certidumbre depende del gabinete presidencial, con la aprobación de AMLO).
Tercer botón: “Podemos cambiar las reglas del juego que sean necesarias, pero una vez cambiadas o prestablecidas, estas deben permanecer y ser transparentes” (eso quiere decir que aún están indefinidos dichos lineamientos, responsabilidad principal de él y palomeados por su jefe).
Y para rematar Romo asestó que “el panorama mundial no está para desperdiciar oportunidades”, luego de ejemplificar que hay una guerra comercial entre tres bloques poderosos: América del Norte, Europa y Asía Pacífico y el cual ganará “aquel que ofrezca más certidumbre a los inversionistas””
Palabras del empresario en el marco de la XLII Convención del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas que, en teoría, ya debieron ser escuchadas o leídas por AMLO y que, empero, no han sido tomadas en cuenta, si consideramos qué las quejas hacia el exterior de parte de Romo siguen y no paran en cada oportunidad que se le presente de expresarlas.
Pareciera qué, la cifra del 87% de la inversión total del país qué genera la IP, no tiene ningún peso en Palacio Nacional y, se nota que Alfonso Romo ya está dando patadas de ahogado para justificar la falta de crecimiento del PIB y exculpándose de las nulas o pocas políticas públicas que se supone debe implementar la 4T en materia de certidumbre para la inversión privada. Si no puede, y si no puede con su jefe, mejor que se vaya ¿no?