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RIOVERDE, SLP., 11 de noviembre 2020.- Con la parroquia de Santa Catarina de Alejandría reducida en aforo por la pandemia del Covid 19 y más de mil 500 personas conectadas vía internet, el pueblo de Rioverde ofreció el último adiós al presbítero Juan Carlos Carrera Rodríguez, en una misa concelebrada por cinco sacerdotes.
La misa se desarrolló en su honor y no fue de cuerpo presente, pues los restos mortales de Carrera Rodríguez fueron despedidos en la Parroquia de San José en la capital potosina por un grupo pequeño de familiares, amigos y fieles, sin embargo, en su lugar se colocó un altar con una pintura al óleo, ropa religiosa usada por el seis años párroco de Rioverde y una figura de San Pío de Pietrelcina.
La misa tuvo el acompañamiento del coro del maestro Roberto Rocha Calixto, uno de los más importantes y vistosos del estado y contó con la presencia del nuevo párroco, Javier Pacheco Torres, así como de los vicarios Juan Pablo Amaya Vázquez y Alfonso Reyna Rodríguez, además de los párrocos de Atotonilco y Granjenal, Juan Carlos Huerta Salazar y Santiago Pérez Romero, respetivamente.
Los párrocos invitados fueron amigos personales del padre fallecido y además sus alumnos en el seminario y lo recordaron como un hombre que tenía una palabra de aliento, paz y ánimo para todos quienes se acercaban.
Por su parte, el párroco de Santa Catarina de Alejandría reflexionó sobre el objetivo y los alcances de un padre al frente de una comunidad religiosa, objetivos que se cumplieron por Juan Carlos Carrera, pues su legado seguirá al frente de la parroquia madre de la Zona Media.
La misa de los martes a las 8:00 de la noche, es desde hace años, especial para el grupo de cursillistas, movimiento al que también pertenecía el sacerdote Juan Carlos Carrera, que al final de la misa de una hora y media, lo despidieron con el tradicional canto.
Los dos vicarios de Santa Catarina expresaron su pesar y tristeza por la muerte de su líder y señalaron que tanto el cambio de parroquia como su súbita muerte fueron noticias inesperadas, pero que al ser hombres de fe y palabra lo aceptan y viven de una forma diferente para reconfortar al pueblo.
A partir de ahora, la iglesia de Rioverde tendrá nueve días de misas y rosarios por el alma del sacerdote, un hombre que murió a los 52 años, víctima de Covid 19.