La Pica

Si la secretaria de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, está pensando en buscar la candidatura a gobernadora de San Luis Potosí, tendría que pensarlo dos veces, ya que ayer, durante su comparecencia en el Congreso del Estado, quedó muy claro que su desempeño en el cargo está en duda.

Calaron y en serio, los señalamientos de corrupción y favoritismo en el manejo de los contratos con la dependencia estatal, y de su parte no existieron cuentas claras. El que más se ensañó, incluso con juicios de valor, fue el legislador Edgardo Hernández Contreras, quien le exigió su renuncia; pero Rangel no dio su brazo a torcer y dijo que no, a menos que se lo pida su jefe, el gobernador Juan Manuel Carreras López.

La tónica de la comparecencia no fue un buen augurio de su futuro político-electoral y lo que sigue es sondear el ánimo de los potosinos en los resultados de las encuestas que están por ver la luz pública para saber con más certeza si, más que buena voluntad, tiene una verdadera oportunidad competitiva para el PRI.

Porque, ¿se imaginan a la emproblemada doctora de candidata y a su proveedor fraudulento Gabo Salazar, compartiendo boletas electorales? ¡Pobre San Luis!

El brote en el partido Morena-San Luis Potosí, viene por dos vías: de Covid 19 y de aspirantes a candidatos para las elecciones de 2021.

Como una bomba habrá caído saber que el candidato a la dirigencia nacional, Mario Delgado Carrillo, resultó positivo a Covid 19, ya que el pasado sábado estuvo de gira en San Luis Potosí y estuvo acompañado de muchos políticos conocidos, como el senador Primo Dothé Mata, el alcalde de Ciudad Valles Adrián Esper Cárdenas, el presidente estatal del partido Sergio Serrano Soriano, el empresario Antonio Lorca Valle y muchos más.

El único que padeció la enfermedad es el edil vallense, quien tuvo el descaro de decir que tuvo Covid 19 cuando estaba entregando despensas, pero que no vio necesario informarlo a nadie. Y esto se supo hasta que se recuperó.

Lo cierto es que no tarda en haber un brote del virus entre los morenistas, al tiempo que empieza a tener síntomas de fiebre por las candidaturas. Baste ver la cada vez más abultada lista de aspirantes a mandatario, como si fuera el único cargo en disputa y seguramente muchos terminarán en el hospital, pero de un coraje por no haber sido seleccionados.

Será el sereno, pero San Luis Potosí parece estar en la mira de dos magnates para las elecciones que vienen, sin que quede claro cuál es su real interés.

No por nada, a nivel nacional, se ha manejado en las últimas semanas el supuesto apoyo que le daría Carlos Slim al alcalde de Valles, Adrián Esper Cárdenas, quien se la quiere jugar por Morena; y también era sabido que Ricardo Salinas Pliego quería imponer al secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, que al parecer se bajó de esta carrera.

Bueno, desde hace un par de días cobró fuerza un rumor de que Salinas, al ya no tener a Moctezuma, ahora quiere imponer a su hija, Ninfa Salinas Sada, quien milita en el PVEM y ha sido diputada federal y senadora. Y conste que la noticia ya salió a relucir en espacios de youtubers muy conocidos como El Chapucero.

El problema de El Chapucero y otros, es que están despistados. La Constitución de San Luis Potosí, si bien eliminó la edad como requisito, señala claramente que alguien no nacido aquí, debe tener al menos cinco años de avecindado y ni soñando la hija de Salinas Pliego cumple tal requisito. Además, ni que las candidaturas fueran por herencia; bueno, sí lo han sido, pero no ocurrirá en este caso…