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CIUDAD VALLES, SLP., 16 de septiembre de 2020.- El Grito de Independencia en Ciudad Valles era hasta cerca de las 11:00 de la noche del 15 de septiembre, pero seis horas antes, ya las calles adyacentes empezaron a acordonarse y a cerrarse con patrullas atravesadas, causando las primeras muecas de incomodidad en algunos conductores, que debieron aguantar el caos vehicular en el centro de la ciudad o hacer grandes rodeos para llegar a su destino.
En un lugar donde el “quédate en casa” no ha sido precisamente una prioridad, la gente le puso rostro de sábado a un martes de “Día de la Independencia”, y aglomeró el primer cuadro de la localidad; por eso las autoridades no quisieron correr riesgos y frenaron la vialidad desde metros antes de la Plaza Principal, para disuadir cualquier intento de concentración en torno a una ceremonia que ya se había diseñado como virtual y sin público.
Pero no hizo falta, en un 15 de septiembre donde algunos años se ha hecho presente, la lluvia apareció sin invitación y desalentó la presencia de personas por el Jardín Hidalgo; para las 10 de la noche se dejó sentir con intensidad, disminuyendo apenas a la hora del evento. Convertida en llovizna, acompañó los prolegómenos, refrescando a la prensa en su cuchitril a la intemperie, y a la banda de guerra del 36 Batallón de Infantería.
Sobre el adoquín, los militares enmarcaron con sus notas un tedioso protocolo previo que -sobre ellos- en el balcón presidencial, incluyó una lectura en tenek alusiva a la celebración, y la referencia al Acta de Independencia, a cargo del “sobreviviente del Covid” y el funcionario más promovido de la administración local: El secretario René Oyarvide Ibarra, presunto sucesor del alcalde cuando éste pida licencia para ir en pos de su siguiente puesto.
Otro de los faroleados integrantes del Ayuntamiento: El regidor Marco Antonio Conde Pérez, ocupó sitio preferencial en la baranda, junto al obispo Roberto Yeny García, el diputado federal Ricardo Del Sol Estrada, y al jefe militar Rodolfo Blancas Osorio. El vuelo de las palomas desde sus nidos en la Presidencia, debido al redoble más fuerte de los tambores, anticipó los honores a la bandera y la participación del alcalde.
Con una entonación que se agudizaba mientras subía la emoción, Adrián Esper Cárdenas le puso su propio toque a las arengas patrióticas que se estilan en esta fecha, añadiendo “vivas” por la recuperación económica de los mexicanos, por los pueblos originarios de la Huasteca Potosina, y por los médicos y enfermeras que luchan contra el Covid-19; en ese sentido, se había guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.
Enfrente, “adentro” de cinco pantallas de tres por cuatro metros cuadrados, que en conjunto representó una erogación de 200 mil pesos (según reveló el propio presidente), los únicos invitados -a través de la aplicación virtual “Zoom”- muy serios atestiguaban la conmemoración. Ante tanta frialdad electrónica, el Himno Nacional Mexicano le imprimió el toque patriótico a la noche, antes de que se anunciara la pirotecnia.
La humedad imperante no representó ningún problema para el “estallido” de los “fuegos artificiales”, porque “explotaron” en “el interior” de las citadas pantallas, al ritmo del “Son de la negra”, “Acuarela potosina”, “Viva México”, “Guadalajara”, y el “Huapango de Moncayo”. Los elementos de Protección Civil se relajaron sin pólvora de por medio, y Esper Cárdenas hizo lo propio después de guardar la bandera, pero su sosiego no duraría mucho.
La salida del edificio de gobierno le reservó un encuentro con reporteros, donde empezó agradeciendo a su mamá Laura Cárdenas que le ayudó a arreglar el lugar, y aunque se le señaló la erogación en el acto de este año, aseguró que fue apenas una quinta parte comparada a 2019. Cuando surgió el tema del reciente anuncio de los hospitales y los bancos del Bienestar, las declaraciones subieron de tono.
A la primera alusión al “gobernador perverso” (Juan Manuel Carreras López) sumó la calificación del Hospital General de Valles como “el mugrero que tenemos”, y al cuestionamiento sobre el aeropuerto acusó a una reportera, de formar parte “de un medio chayoteado (comprado) por el gobernador (…) es que tu medio está comprado por Gobierno del Estado y Gobierno del Estado todo lo que hace es atacarme”.
“El problema es que no atacan al gobernador, que se está chingando los 60 mil millones de pesos al año y no te manda nada a Valles (…) pero todos los medios están cuadrados a la miseria que te manda el gobernador: Al chango blanco, al de antes y al que tienes ahorita”, añadió. Cuando otra periodista inquirió si va a poner alguna denuncia al respecto, fue tajante al pronosticar que “la denuncia va a ser en las elecciones siguientes”.
“Para que en las siguientes elecciones sus medios reciban; a ustedes les mandan migajas, migajas: Hay medios en San Luis (capital) que reciben miles de millones, y a ustedes les mandan migajas ¿Cuánto le mandan a tu medio? 200 mil al mes (…) no tienes idea entonces de nada, entonces no vengas aquí a preguntarme, vaya saque sus datos”, insistió con la comunicadora. El asunto del turismo y la intervención del regidor Conde parecieron atemperar los ánimos, pero el alcalde aún tuvo energía para anunciar “la autopista de la salvación, la queremos conectar al aeropuerto” (de Tamuín); y que va a “destruir el libramiento de la corrupción”, como se ha referido a la autopista de La pitahaya a Tamuín. Después las risas regresaron la cordura, y la entrevista de casi media hora terminó justo antes de que se viniera el aguacero.