Rómulo, baja colateral en la pugna de Américo y Cabeza de Vaca
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de septiembre de 2020.- Este 16 de septiembre se conmemora el 210 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia, cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla dio el Grito de Dolores para convocar al pueblo a liberarse del yugo de la monarquía española.
Antes del inicio de la guerra, San Luis Potosí era un punto estratégico de distribución en el comercio virreinal, así como un sitio de confluencia e intensos intercambios, por lo que la noticia de la insurrección en Dolores llegó antes al territorio potosinos, gracias a que existía una red de conspiradores entre ambas ciudades.
Entre los primeros portadores y activistas del movimiento de Independencia se encuentran: Anacleto Moreno, vecino de Tierranueva; José de la Luz Gutiérrez, vecino de la hacienda del Peñasco; y el alférez Nicolás Zapata, vecino de San Luis Potosí y pariente cercano de José Mariano Jiménez.
A pesar de que personajes como Zapata, Francisco Lanzagorta, fray Luis Herrera y fray Juan de Villerías fueron apresados en los conventos del Carmen y San Francisco antes del estallido de la lucha en San Luis Potosí, fue una medida perjudicial para los realistas.
Esto debido a que en las celdas religiosas prosperó la conspiración y los sentimientos de sedición crecieron entre los insurgentes, lo que provocó que la insurrección en la ciudad potosina comenzara el 10 de noviembre de 1810. Mientras que el poblado de Rioverde fue atacado por un grupo de indígenas y trabajadores de la hacienda de Albercas (hoy San Ciro de Acosta), situada en las estribaciones de la Sierra Gorda.
Sin embargo, a pesar de que la ciudad se encontraba en manos de los insurgentes y
tuvieron varias victorias, el retorno del ejército del brigadier Félix María Calleja, en febrero de 1811 provocó que las fuerzas de la insurgencia salieran de la ciudad.
Después de la derrota en Puente de Calderón el 17 de enero de 1811, el ejército de Hidalgo marchó por divisiones a los municipios de Salinas, Venado, Charcas, Cedral, Matehuala, Saltillo y finalmente Monclova.
Cuando Hidalgo, Mariano Jiménez, Ignacio Allende y Juan Aldama fueron aprehendidos en la Noria de Bajan y posteriormente ejecutados, se encontraban acompañados por capellanes franciscanos, mercedarios y carmelitas residentes de San Luis Potosí, quienes fueron enviados a Durango para procesarlos.
Luego de la muerte de Fray Herrera, el 8 de abril de 1811, terminó la revolución independentista en San Luis Potosí, ya que no se contaba con personajes que continuarán con la causa libertadora. Mientras que los grupos insurrectos, formados en su mayoría por indígenas, se habían desperdigado por toda la provincia.
Aunque ocurrieron disturbios en Alaquines, la Ciénaga de San Nicolás de Cárdenas, la hacienda de Amoladeras, Rioverde, Sierra Gorda y la hacienda de Villela, los movimientos insurrectos fueron reprimidos a lo largo de 1812.