Oposición no regatea la unidad nacional ante llegada de Trump
Los crímenes de alto impacto se han suscitado uno tras otro en San Luis Potosí, sin que hasta el momento se conozcan a ciencia cierta los móviles y se haya hecho justicia.
En el caso del priista Aurelio Gancedo Rodríguez, quien fue asesinado de forma violenta a principios de este año -único en la historia por la pandemia del Covid 19-, hay una persona detenida, identificada como Juan Carlos N., quien estaría vinculado a otro par de crímenes, según declaró a principios de marzo, el vicefiscal Aarón Edmundo Castro Sánchez.
Gancedo, quien era el titular del Instituto Reyes Heroles (IRH) del Partido Revolucionario Institucional en San Luis Potosí, fue despedido con gran pesar de la clase política tricolor y amigos, por lo que sorprendió la saña con que se ejecutó el asesinato en la colonia Burócratas. Su cuerpo apareció destrozado en la cajuela de su automóvil Mini Cooper, luego que fue reportado como desaparecido.
El arresto del presunto implicado, ocurrió casi una semana después del crimen, pero no quedan claros los avances de la investigación y el PRI ya guardó silencio.
Hace tres semanas, a plena luz del día, un funcionario de la Fiscalía General de la República (FGR) fue muerto a balazos en un ataque perpetrado en la colonia Tepeyac. Más tarde se supo que Guillermo Alberto Pérez Moreno, iba a bordo de una unidad oficial de la Policía Federal Ministerial y que estaba acompañado por su esposa, quien resultó ilesa.
Al parecer, antes de morir, alcanzó a decir que un sujeto al que había despedido por tener vínculos con el crimen organizado, fue su asesino.
La FGE y la FGR dijeron que investigan, si bien la fiscalía del país indicó que ellos son quienes encabezan los esfuerzos, con apoyo de los elementos potosinos.
Tampoco se ven avances ni se ha dado a conocer alguna versión actualizada de estos hechos que causaron conmoción entre los potosinos, ya que el homicidio ocurrió en una zona muy poblada, cercana a la Feria Nacional Potosina (Fenapo).
Este domingo se registró un doble crimen que afectó de manera directa, al equipo cercano del alcalde capitalino, Xavier Nava Palacios. Su secretaria privada, Ma. Teresa Alviso Rico y su padre, Agustín, perdieron la vida a disparos de arma de fuego, y fueron maniatados, como ocurre en las escenas del crimen organizado.
De inmediato, Nava emitió sus condolencias y dijo quedar a la espera de las investigaciones que realice la fiscalía estatal a cargo de Federico Garza Herrera. Alviso ocupaba el tercer puesto en importancia en la oficina del aspirante a Gobernador de San Luis Potosí, luego del propio Nava y su secretario particular, Pablo Zendejas Foyo.
Es una incógnita qué motivó un asesinato de esta magnitud, contra una mujer cercana al alcalde que ganó las elecciones en 2015, abanderado por el Partido Acción Nacional (PAN), en el cual no se ha registrado, pero compite, junto a otros seis blanquiazules, por la candidatura a Primer Mandatario.
No se puede dar a entender que el doble asesinato tenga que ver con el crimen organizado, más allá que las apariencias así lo indiquen. Las versiones extraoficiales señalan que la víctima fue llamada por su padre para que acudiera a verlo a su casa en la comunidad El Toro de Santa María del Río, pero igual puede tratarse de un señuelo para desviar la atención.
Santa María del Río, según dio a conocer el almirante José Rafael Ojeda Durán, secretario de Marina, sería un territorio dominado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que se insiste, no significa que tenga algo que ver con la autoría.
En todo caso son crímenes que dejan ver la situación actual de San Luis Potosí, un reto para las autoridades actuales y las venideras.