Universidad Rosario Castellanos recibirá sin costo a 2 mil jóvenes SLP
AQUISMÓN, SLP., 13 de septiembre de 2020.- Tan grande como las ganas de divertirse: Así es Aquismón; por eso cuando la intención sea alejarse un poco del bullicio y las aglomeraciones, como pudiera ser el cercano Nacimiento de Tambaque, basta recorrer un kilómetro rumbo a la cabecera municipal, para llegar a este discreto sitio bajo los árboles donde puede descubrirse el verdor de su belleza natural.
Ubicado sobre la carretera municipal que va de Aquismón a San Pedro de las Anonas, La Garita recibe a los visitantes con un estacionamiento pequeño debidamente sombreado, donde ya algunos vendedores poco a poco van colocándose, sabedores de que cada vez la gente acude en mayor número; incluso algunos servicios sanitarios suelen estar abiertos, para comodidad de los paseantes.
El agua cristalina, aunque a algunos les parezca un poco fría, lo cierto es que da tranquilidad por su bajo caudal, donde toda la familia puede pasar horas de distracción; zambulléndose entre pequeñas cascaditas, dejándose llevar por la corriente, o simplemente reposando sobre una roca para solazar los sentidos con el relajante sonido del correr del agua y la frescura de la vegetación.
Pese a que el espacio no es muy grande, La Garita ofrece enfrente un amplio campo de futbol provisto de pasto, donde los turistas pueden complementar su día de campo dejando salir sus aficiones deportivas, o simplemente tirándose sobre la hierba para descansar el tiempo que lo deseen. El lugar es cada vez más conocido también, porque en unos años se ha convertido en el punto final del tradicional paseo a caballo que se realiza a finales de julio.
Cruzando el asfalto, es posible tener una segunda opción de esparcimiento en un área empedrada, extensa y perfecta para nadar, eso sí, respetando siempre la restricción de lanzarse clavados desde el puente, con el propósito de evitar cualquier accidente. La toma de fotografías tampoco puede soslayarse en un sitio que además ofrece –ya sea de bienvenida o de despedida- un peculiar y esmeraldino arco arbolado sobre el camino principal.