Oposición no regatea la unidad nacional ante llegada de Trump
A todo mundo le cayó de extraño que en una entrevista banquetera, San Luis se enterara que un General, se había hecho cargo de la Academia Superior de Seguridad Pública en el estado, fábrica de los otrora policías federales que arrojó buenos resultados, antes que el presidente Andrés Manuel López Obrador, decidiera desaparecer a esa corporación que estaba muy cerca de cumplir 100 años.
El nuevo director es Arturo Medina Mayoral, quien tuviera a su cargo la 45 Zona Militar en el estado de Sonora y que fue removido luego del violento ataque a la familia LeBarón.
Hasta el momento se desconoce cómo fue que se presentó ante el gobernador Juan Manuel Carreras López y los funcionarios que interactúan todas las mañanas en las llamadas Mesas para la Paz.
Según el área de Comunicación Social de la Sedena, la Guardia Nacional ya se maneja aparte y por eso es que se desconoce cuáles son sus políticas de comunicación.
En una de esas, hasta ya hay nuevo jefe de la GN, tras la salida de Héctor Aldape Gallegos, y nadie por enterado.
Dicen que a la secretaria estatal de Salud, Mónica Liliana Rangel Martínez, le salió de repente lo americanista y en una acción inédita, acudió el pasado fin de semana en persona a supervisar los protocolos que aplica el estadio Alfonso Lastras Martínez, cuando juega de local el Atlético de San Luis.
No contenta con eso, se hizo acompañar de todo el equipo de la dependencia.
Sin embargo, no faltaron los cuestionamientos, sobre por qué no hizo lo mismo con equipos menos populares como Atlas o Necaxa, o en el tianguis dominical de las vías, el Mercado República, los centros comerciales, las plazas públicas o en la calle.
A ver si responde, ahora el balón está en su cancha.
Los inspectores del ayuntamiento capitalino salieron buenos para agredir a las floristas del Centro Histórico, pero muy malos o miedosos, para hacer lo mismo con los demás vendedores ambulantes.
Y es que Gabriel Andrade Córdova, director de Comercio Municipal, aseguró que no se han otorgado permisos para la vendimia de productos relacionados con las fiestas patrias, pero unos puestos se instalaron y les importó poco lo que haya dicho.
Trajes típicos, sombreros, pañoletas, banderas, matracas y todo lo relacionado, forman parte de las mercancías.
Y nada, el ayuntamiento no los toca ni con el pétalo de una rosa.