Helará en CDMX; activan alertas naranja y amarilla para 17 de diciembre
MATEHUALA, SLP., 29 de agosto 2020.- Yo era de los que pensaba que pronto acabaría esta pandemia, tenía confianza en que los grandes avances de la ciencia nos sacarían de esta enfermedad, sin embargo y conforme pasaban los días, todo iba cambiando. Cada vez más países se sumaban al lamentable grupo con personas infectadas por el Covid 19 y poco a poco se reducía la posibilidad de que nuestro México no se viera envuelto en este grave problema de salud pública.
Soy un sobreviviente del coronavirus Covid 19 y quiero relatar mi historia para Quadratín San Luis.
Antes de padecer la enfermedad, venían a mi mente los primeros meses del año 2020, cuando leía las noticias a nivel internacional sobre el avance de la pandemia, aunado a la preocupación sobre cuándo y cómo llegaría a México.
Al principio eran muchas las preguntas: ¿Cómo se infecta uno? ¿Cuánto dura la enfermedad? ¿Qué debo hacer? Pero la más preocupante de todas ¿Qué posibilidades hay de sobrevivir? Y es que el miedo a morir se hace más fuerte cuando vives en la incertidumbre, pero sobre todo cuando vez que ni los médicos, enfermeras, enfermeros y todo el personal de salud, pueden hacer nada a pesar de que la lucha es constante.
En la mente de un periodista siempre existen los mejores y los peores escenarios y debe estar alerta para poder informar, pero ahora poniendo en riesgo la vida, lo cual pocas veces ocurre.
Llegó el momento en que los reporteros ya no sabíamos qué hacer, cómo trabajar, a muchos de nosotros nos tocaba recorrer las calles, mantener algún contacto cercano con las fuentes de información y la esperanza de regresar con bien a casa era el pan de cada día. Ahora, a nuestro equipo de trabajo se unieron el cubrebocas, el gel antibacterial y otras medidas nada comunes.
LA CUARENTENA
Para uno como reportero estar encerrado es muy difícil, debido a que toda tu información está afuera, en las calles, viviendo los acontecimientos, escuchando a las personas, pero sobre todo sientes la adrenalina y la emoción que llega hasta tus dedos al momento de redactar todo lo bueno y malo que viviste en tu día, para informar a los lectores.
El verdadero periodismo requiere de 24 horas los 7 días de la semana, pero esta pandemia vino a dar un cambio. Ahora todo es preocupación sobre los casos, las muertes y todo lo relacionado con el virus del Covid 19.
EL VIRUS
Conforme avanzaban los días, la incertidumbre se comenzaba apoderar de mí, cada vez más personas que perdían la batalla contra el Covid 19 eran conocidas, acortándose la distancia de poder también ser una víctima más del terrible virus. Buscaba más información, recordaba los contactos con personas, en mi hogar cada vez tenía más artículos de limpieza, y el dormir y despertar con salud se estaba convirtiendo en una bendición.
Sin embargo, el virus llegó y al principio no sabía lo que me pasaba, te sientes bien y al día siguiente todo es distinto, comienzas a tener algunos síntomas. Al principio todo fue como un resfriado, te sientes cansado, pero tienes la confianza de que pronto pasará; por tu mente pasan infinidad de cosas, pero tienes la confianza de que no serás una víctima más.
Pasan los días y comienzas a empeorar, los síntomas del virus empiezan aparecer en tu cuerpo, tu reacción no es la misma y llega el momento de tomar una decisión para acudir a una consulta médica.
Al principio el médico te atiende para combatir una gripe, pero los síntomas no disminuyen, cada día son diferentes, pareciera que todo lo que las autoridades de salud te dicen está pasando por tu mente y cuerpo, las fuerzas se van acabando, la angustia de cerrar tus ojos y no despertar más es muy difícil.
EL MOMENTO DE LAS PRUEBAS
Luego de varios días con sintomatología leve, pero que jamás había sentido o experimentado en mi cuerpo, acudí a la unidad de salud en compañía de mi esposa, quien me acompañó para recibir la noticia. Dentro de la clínica los minutos era interminables, la espera por un resultado cada vez era más corta y cuando por fin te dicen que eres reactivo al virus, todo cambia en tu vida.
Tu esperanza de vida es menor, sientes que todo acabó, tus sueños, tus anhelos y todo lo que un día era alegría, termina en un instante al recibir la respuesta del personal médico. Ahora solo esperas que la próxima prueba de exudado te dé una esperanza de vida, acudes con miedo pero a la vez con calma, te resignas, das gracias a Dios por tenerte con vida, porque quizá contagiarte y no sufrir como otras personas, ahora es ganancia.
Una vez que acudes a la segunda prueba, escuchas muchas historias, donde las personas logran sobreponerse al virus, donde los médicos se convierten en tus mejores amigos, a quienes les confías tu vida y agradeces por estar ahí cuando más los necesitas.
La prueba denominada PCR o exudado es dolorosa, pero no tanto como perder a un familiar o amigo; no es tan dolorosa como dejar de hacer unas cosas por salvar tu vida, es algo mínimo que al final se convierte en una esperanza de vida.
LOS RESULTADOS
Luego de haber efectuado las pruebas, ahora solo queda esperar entre 8 y 10 días para saber en realidad cuál es el resultado, esperas con ansias la llamada del Sector Salud, pasan las horas y el amanecer con vida ya es ganancia.
Después de nueve días por fin la espera terminó, los resultados fueron positivos, ahora solo tenía que recibir las indicaciones de los médicos, seguir los protocolos de cuidado, evitar cambios bruscos de temperatura y todo lo necesario para salir de la enfermedad.
Ahora las preguntas son otras: ¿Qué pasara? ¿Cómo debo vivir mi vida? ¿Cuánto tiempo durará la espera por una vacuna? Y muchas otras cosas más que uno se cuestiona al saber que todo en tu vida ha cambiado.
AYUDA Y SOLIDARIDAD
Varios compañeros en el estado sufren o padecieron el Covid 19 y coinciden en que este sector en lo general es uno de los más olvidados, carece de seguridad social, seguro de vida, protección en caso de riesgo y muchas otras cosas más.
Desde aquí hago un llamado a las autoridades para que no queden en letra muerta las propuestas en los Congresos a favor del gremio.
Esta pandemia nos ha enseñado que sin el apoyo recíproco no somos nada.
*Fabián Álvarez es corresponsal de Quadratín SLP en la Zona Altiplano.