
Desaparece funcionario de Gobierno de Morelos
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 19 de agosto 2020.- Después de la caída de la ciudad de Puebla el 17 de mayo de 1863 ante el ejército francés, el gobierno del presidente de Benito Juárez decidió que era momento de dejar la Ciudad de México para proteger la República y evitar la instauración de un imperio.
Entre 1863 y 1867, Juárez mantuvo su gobierno de manera itinerante lo que le llevó a viajar por todo el territorio nacional mientras combatía contra el ejército invasor y a los mexicanos imperialistas. Es así que en dos ocasiones llegó a San Luis Potosí, convirtiéndola en ambas como capital del país.
Fue el 9 de junio de 1863 cuando Juárez arribó a territorio potosino por primera ocasión, después de haber decidido trasladar los poderes de la República con la intención de organizar desde el centro del país la resistencia republicana y nacional. Además de que su figura encarnaba la república, era imperativo protegerse de caer en las manos enemigas.
Permaneció en San Luis Potosí durante siete meses en los que intentó normalizar las funciones del gobierno al emitir cargos militares y políticos. Formó varios gabinetes integrados por Manuel Doblado, Higinio Núñez, Felipe Berriozabal, Ignacio Comonfort, Miguel Negrete, Sebastián Lerdo de Tejada, Jesús Terán y José María Iglesias.
No obstante, el clima político y militar de la nación impidió que las funciones del gobierno republicano se implementaran de manera eficaz. Mientras que San Luis se había convertido en refugio de las tropas derrotadas en Puebla y otras fuerzas liberales, además de ser centro de compra y distribución de armamento destinado al apoyo de las fuerzas republicanas.
Para el 10 de julio de 1863 el gobierno conservador determinó que la nación adoptaría como forma de gobierno la monarquía moderada, hereditaria y que recaería en un príncipe católico, quien tendría el título de emperador de México, por lo que se ofreció la corona al archiduque de Austria, Fernando Maximiliano.
Ante el avance de los ejércitos del general Tomás Mejía, Juárez y su gobierno se vieron obligados a dejar San Luis para dirigirse al norte del país; cinco días después el ejército liberal sufrió la derrota a manos de los conservadores, por lo que la ciudad quedó bajo su dominio.
CIUDAD ESTRATÉGICA
La segunda ocasión en la que Juárez ocupó San Luis convirtiéndola en la capital de México fue en 1867. Debido al avance de la fuerza liberal en territorio nacional y la pérdida del apoyo de las potencias europeas a Maximiliano, así como el fracaso de la política de acercamiento con los liberales, el final del Segundo Imperio Mexicano estaba cerca.
El 21 de febrero de 1867, el presidente Juárez regresó una vez más; esto ratificaba la situación estratégica que la ciudad tenía para la causa republicana.
Mientras Juárez se encontraba en la capital, Maximiliano buscó combatir en un último intento a la república, por lo que partió hacia Querétaro a mediados de febrero, a lo que el presidente ordenó a los generales el asedio de esta plaza. Durante 70 días y hasta el 15 de mayo se prolongó el sitio, cuando la ciudad queretana fue tomada por los liberales al frente del general Mariano Escobedo.
Maximiliano se entregó y quedó hecho prisionero, junto con la mayor parte de sus generales y tropa. Tanto el emperador, como Miramón y Mejía fueron condenados a muerte y ejecutados la mañana del 19 de junio de 1867. La sentencia se produjo en la ciudad de San Luis, donde Juárez les negó el indulto a los prisioneros.
El fusilamiento de Maximiliano y las principales figuras conservadores dieron fin al llamado “sueño del Imperio” y a la restauración de la República, por lo que el 1° de julio del mismo año, el presidente salió de San Luis Potosí rumbo a la Ciudad de México para retomar su mandato.
Desde entonces no se tenía al gabinete presidencial completo en la capital potosina, hasta este miércoles 19 de agosto, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador acuda junto todo su gabinete legal para reunirse con los integrantes de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) por unas horas.