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Invirtieron más de 7 mil millones de pesos en infraestructura en 2024
La pandemia provocada por el Covid 19 desde marzo del 2020, vino a colapsar en fuerte medida la economía mundial, y para ser más explícitos, la industria de eventos y espectáculos colapsó en gran medida generando pérdidas millonarias.
El Patronato de la Feria Nacional Potosina (Fenapo), se encuentra en una situación vulnerable de corresponsabilidad social, sumergida en una descontrolada toma de decisiones, ya que les urge ejercer los recursos económicos destinados.
Con una crisis sanitaria real, y con una brillante enaltecida cúpula de un San Luis liderando ser uno de los estados con más contagios de Covid-19; el patronato sigue en su afán de llevar a cabo tan no muy trascendente fiesta de los potosinos.
En caso de que las autoridades sanitarias lo permitan, se está analizando la posibilidad de efectuar la edición 2020 a finales del mes de noviembre, así lo manifestó a diferentes medios de comunicación el presidente del patronato Manuel González Matienzo.
Y se recortaría su duración a sólo dos semanas. Manifestando en evidencia la falta de rumbo y objetivo para llevarla a cabo, y la nula experiencia del comité, ya que cómo lo manifestó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), Juan Carlos Banda Calderón, resaltó que no debería realizarse la Fenapo este año, ya que en lugar de reactivar la economía, podría terminar de hundirla, ya que la mayoría de los comerciantes que se instalan provienen de otros estados y los restaurantes en la ciudad tendrían poca afluencia; cabe mencionar, que habilitar un restaurante o centro nocturno requiere una gran inversión que no es posible recuperar en dos semanas. Además de la escaza economía que actualmente se posee en los hogares potosinos.
González Matienzo aseveró que de no llevarse a cabo, el Estado perdería una derrama económica de 400 millones de pesos, situación intangible, ya que sería más preciso presentara las pruebas contundentes para sustentar dicha afirmación.
El empresario hotelero Arturo Pérez Anzaldo coincidió con esta visión y dijo que se debe esperar hasta la edición 2021 de la feria, ya que no genera derrama económica para éste sector.
Realmente los beneficiados son los restaurantes internos y el ingreso de rentas y patrocinios hacia el interior del patronato, destacando que siempre termina en números rojos. En cuanto a la ocupación hotelera, sólo los que hospedan a los artistas son los que tienen su ingreso asegurado, ya que no existe un turismo que fuera atraído por proyectarse una Feria emblemática.
El patronato afirma que ya tenía contratos firmados con prestadores de servicios para ésta edición, no se ha erogado ningún peso hacia las personas físicas y morales, aclarando que dichos contratos manifiestan que el pago se realiza si el evento se lleva a cabo. Situación un poco desconcertante, ya que en el medio de espectáculos, contratación de artistas, por ley y requisito indispensable, si se llevase a cabo un contrato, se firma en base al 50% de anticipo, estipulando que en caso de cancelación por causas involuntarias no se reintegra el monto, sino se otorga un cambio de fecha. Queda demostrado que las licitaciones siguen sin ser públicas, otorgando los contratos a los mismos proveedores que si ellos lo activan, en dos días aparecen facturas y contratos.
Esperamos podamos tener una información clara de las licitaciones efectuadas, así como el informe de la toma de decisiones sobre el rumbo de la magna fiesta de los potosinos, que se convierta en un símbolo de orgullo, y no una fiesta para satisfacer los gustos de un puñado de ciudadanos y negocio de los mismos.