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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de julio 2020.- A veces uno tiene que realizar diferentes actividades antes de encontrar la adecuada, aquella para la que no sólo contamos con talento y vocación, sino que nos gusta y a la que queremos dedicarnos de por vida. Esto le sucedió al locutor Carlos Rivelino Arámburo Cabagñet, nacido en San Rafael, estado de Veracruz, pero potosino por adopción durante muchos años.
Fue en San Rafael, en la estación XEBO 1520 A.M., donde inició su carrera como locutor; también trabajó en la estación F.M. Veracruz, en Imagen Digital Estéreo, en Estelar 1410 A.M. (ahora Estéreo Bit) y en Radio Fiesta 740 A.M.
El destino llevó al joven locutor a Ciudad Valles, en la huasteca potosina. En entrevista con Quadratín San Luis, Carlos Rivelino relató que a su llegada a la ciudad entró a trabajar al restaurante El Rincón Huasteco, donde sólo duró un día “porque el trabajo de los meseros es cansado, siempre debes tener buena cara y yo no pude”.
En su búsqueda de empleo ingresó a la Academia de Policía, unidad zona huasteca, donde su vida sufrió un giro de 180 grados, pues se graduó como oficial de policía de la primera generación. Tiempo después fue nombrado inspector de Seguridad Pública del municipio de Ciudad Valles, experiencia que a su consideración le ayudó mucho en su carrera como comunicador.
Luego de tres años como oficial de policía tuvo la oportunidad de colaborar en el noticiero Hechos de la Huasteca, de TV Azteca.
“Vino una muy buena oportunidad de ingresar al noticiario Hechos de la Huasteca, gracias a una filial que tenía el arquitecto Alfonso Esper Bujaidar llamada Informax; pero quisieron hacer algo más grande y me invitaron a presentar una audición y el productor, Jesús Aguilar, nos seleccionó a mí y a una amiga, la comunicadora Magui López. Ahí comenzamos una etapa muy padre porque aprendimos a hacer televisión de verdad”, relató el locutor.
Sin embargo, cuenta que no fue un trabajo fácil, pues los estándares de calidad de la producción requirieron esfuerzo y un trabajo previo de dos meses para la transmisión de la primera emisión.
“Era un noticiario con la calidad tan alta que para que nos pudieran autorizar salir al aire nos llevamos cerca de dos meses haciendo uno diario en tiempo real, hasta que se logró el piloto y se mandó a México para su autorización”.
Carlos Rivelino permaneció tres años en este proyecto y, a la vez, se desempeñó como corresponsal nacional para TV Azteca, donde realizaba cuatro enlaces nacionales al mes. Asimismo, fue corresponsal de Radiorama. El locutor asegura que este trabajo fue determinante en su carrera en los medios de comunicación.
DE VALLES A AUSTIN
En 2004, por motivos personales, se vio obligado a abandonar su trabajo en TV Azteca. Se fue a vivir a Austin, Texas, en Estados Unidos, donde desde hace 16 años se dedica a la locución.
“Estar en los medios de comunicación estadounidenses ha sido completamente diferente a lo que experimenté en la radio de México. No son los mismos estándares que te exigen para entrar a una cabina de locución; por ejemplo, acá no se necesita una licencia de locutor, simplemente te piden que tengas la capacidad de estar detrás de un micrófono”, comentó.
En Austin lo contrató una estación de radio cristiana para que condujera el programa Héctor y los hijos de la mañana, donde se hablaba de todo un poco.
“A mí me contrataron para que diera reportes de tráfico, clima e informativos, pero un día me integraron a la conducción de este programa”.
Para su sorpresa, le dijeron que ya no seguiría en el programa porque era muy bueno y opacaba a los conductores titulares.
Carlos Rivelino aún recuerda las palabras con las que lo despidieron: “La verdad es que eres un excelente locutor, hacía tiempo que no escuchábamos un locutor como tú. Tienes buen léxico, buena dicción, buena improvisación y conocimiento general; pero la verdad es que aquí no cabes. Tu nivel cultural está por encima de ellos y siempre que tengan que platicar o dialogar los vas a dejar en ridículo. Aquí el titular es el que tiene el sartén por el mango”.
UN GRAN RATING
El locutor también laboró, durante cinco años, en la estación BMP radio. Luego, de 2010 a 2019, en la estación de radio cristiana Keyla 106.5 F.M.
“Estuve nueve años como mánager de esa estación, la cual tuvo mucho impacto porque a pesar de ser una estación cristiana. Como me dieron oportunidad de manejarla, más que cristiana era una estación de radio familiar, edificativa, educativa y fue donde me pude relacionar más”. Su gestión fue un rotundo éxito, pues logró superar en rating a Univisión Radio.
Después renunció a Keyla y comenzó un proyecto de dos estaciones de radio digital. Uno de ellos transmitirá música regional mexicano y el otro algo de rock y pop de los ochenta y noventa; sin embargo, ambas estaciones también van a tener un sentido de radio hablada.
“Gracias a la tecnología, también vamos incursionar en YouTube, Instagram, Facebook y vamos a poder dominar en lo que se llama multimedia. Creo que vamos a desempeñarnos como influencers y youtubers”.
Para concluir, Carlos comenta que cuando las personas le preguntan en qué trabaja, él les contesta que nunca ha trabajado, pues siempre ha hecho lo que ha querido: ser el hombre detrás del micrófono.
EN GRANDE
Las aspiraciones de Carlos Arámburo no se detienen. Sueña con grabar documentales para National Geographic, Discovery Channel o Animal Planet.