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RIOVERDE, SLP., 12 de julio de 2020.- En medio de un llano que parece no darle vida a nada, un grupo de españoles se instaló hace más de 230 años y fundó Pastora, un pueblo de donde emerge una de las iglesias más importantes del estado, por su belleza, antigüedad y simpleza arquitectónica que se compensa con un trabajo hecho a mano por cientos de pames que construyeron uno a uno los retablos al interior.
El templo de la Divina Pastora, en el municipio de Rioverde, fue el mejor construido de la región con retablos y estípites sobredorados por manos de indios pames, los materiales propios de la zona: piedra negra, mezcla de cal, madera de sabino, de cedro blanco y mezquite. Posee fachada muy austera, con dos torres simétricamente. El cuerpo del templo tiene forma de cruz y está dirigida hacia el oriente. El techo es de bóveda de terrado sostenido por 96 vigas. Pero sobre todo resaltan en su interior los bellos retablos barrocos cubiertos en laminilla.
El retablo principal es un místico escenario que resalta el trono de la Divina Pastora y el altar. Mientras que en el crucero izquierdo, en imágenes de talla se representan los misterios de la pasión de Cristo. Destacan dos bellas imágenes de Cristo que se les han llamado los Cristos Indios por ser obra de los naturales de la misión. Por el lado derecho se ubica el convento, hoy convertido en el curato parroquial y al frente del recinto un amplio atrio que fue el cementerio primitivo.
La madera utilizada en la construcción de la iglesia fue surtida de la Ciénaga, lugar poblado de cedros, de dicha madera se labraron las vigas, piso, altares, retablos marcos e incluso imágenes. Por lo que respecta material para levantar el templo se empleó la piedra negra, pegada con mezcla de cal y caliche.
En el año de 1790 se concluyeron los trabajos de construcción de la torre del templo de la Divina Pastora.
La imagen de la Divina Pastora procede de Sevilla, España. En Sevilla fue declarada Patrona de las misiones Capuchinas. Fue don Francisco de Mora y Luna quien construyó el templo y lo equipó. En él, se pueden observar obras tan delicadas como el altar de la pasión. También existe una urna con un Cristo, llamado El Santo Entierro, se cuenta que fue traído de la Nueva España, el cual, sólo se expone el viernes santo.
Lamentablemente, en 1957 un sacerdote mandó quitar el piso de madera que en realidad era muy estético. El altar mayor es de extraordinaria hermosura, labrado con profunda delicadeza y cubierta de oro, estilo barroco, mezcla de rococó del siglo XVII.
EN MARZO DE 1757
De acuerdo con el libro Rioverde 400, La fundación de la Misión de La Divina Pastora de las Piedras Negras se verificó los días 1, 2 y 3 de marzo de 1757. Fue fundada por don Francisco de Mora y Luna, conde de Santa María de Guadalupe del Peñasco, dueño legítimo de la hacienda de Santa Rosa de la Angostura, quien donó la legua en cuadro para establecer a las más de 100 familias de indios pames. Siendo capitán general don José de Escandón Escalante, conde de la Sierra Gorda.
Los indios pames fueron concentrados y recibieron el terreno y las provisiones de maíz suficiente para vivir. Don Francisco de Mora y Luna además construyó el templo, para culturizarlos y para evangelizarlos de acuerdo con las creencias de la religión católica romana, desde luego se les respetaba sus costumbres y sus leyes ya que tenían su gobierno interno, quien era el gobernador de la república de indios.
Los indios pames rehusaban someterse, por lo cual se remontaban a los montes y sierras. Se cuenta que eran muy reacios para establecer comunicación con los españoles y mestizos. Contestaban con una negativa diciendo pame, que en su dialecto significa ¡no!
Conforme al trato pacífico y a la paciencia de los frailes de por siglos, se fueron culturizando, haciéndose dóciles, hasta colaborar voluntariamente en la edificación del templo, y el cambio de sistema de vida bajo la supervisión de fray Francisco Javier Marín.
DELEGACIÓN EN 1944
El pueblo de Pastora dejó de ser municipio y se convirtió Delegación en 1944, el gobernador Gonzalo Natividad Santos Rivera emitió el decreto número 131, publicado en el suplemento del Periódico Oficial del Estado, número 89, del 5 noviembre de 1944.
Dentro del municipio de Cerritos quedaron los poblados Agua del Medio y el Terrero. Dentro de Rioverde quedaron los otros poblados. Pastora se convirtió en Delegación perteneciente a Rioverde.
LA ORIGINAL
El día 1 de marzo de 1945 se nombró a Bernardino R. García como primer delegado municipal de Pastora, la cual continúa con sus ejidos y habitantes, entre ellas las comunidades de Progreso, Angostura, San Bartolo, El Sabinito, La Muralla, San Francisco y Diego Ruiz.