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GINEBRA, 10 de julio de 2020.– Los gobiernos del mundo deben de tomar medidas para proteger y promover la libertad de expresión durante la pandemia por el Covid 19, recomendó David Kaye, relator especial de la ONU sobre Libertad de Expresión.
El funcionario presentó su último informe sobre la libertad de expresión y las pandemias al Consejo de Derechos Humanos, y manifestó que está preocupado por las medidas que han tomado los gobiernos y que están restringiendo el libre flujo de la información, ante lo que recomendó que los mismos gobiernos deben tomar medidas para proteger y promover la libertad de expresión, pues muchas personas murieron porque los gobiernos mintieron y por “la información oculta, los periodistas detenidos no lograron ponerse al nivel de las personas sobre la naturaleza de la amenaza y criminalizaron a los individuos con el pretexto de difundir información falsa”, asentó el relator.
También Kaye señaló que las personas han sufrido porque algunos gobiernos prefieren protegerse de las críticas “que permitir que las personas compartan información, conozcan el brote, y sepan qué hacen o no los funcionarios para protegerlos».
Además el funcionario apuntó que durante los últimos tres meses, muchos gobiernos han utilizado la pandemia de Covid “para reprimir la expresión en violación de sus obligaciones”. Indicó que los países en donde esta represión ha tenido un impacto directo en la información de salud pública son: Bielorrusia, Camboya, China, Irán, Egipto, India, Myanmar y Turquía.
Por lo que el relator instó a los gobiernos a reforzar el acceso a la información y compartir tanto como sea posible sobre el curso de la enfermedad y las herramientas que las personas deberían usar para protegerse a sí mismas y a sus comunidades.
Asimismo, les pidió abstenerse de atacar a los medios y que se liberen a todos los periodistas detenidos, ya sea durante o antes de la pandemia.
También pidió que no se trate la llamada infodemia como un problema que la criminalización resolverá. “El gobierno debería trabajar con las empresas de redes sociales, donde se produce mucha desinformación, para garantizar que sean lo suficientemente transparentes para que los gobiernos tomen medidas significativas para promover y proteger la salud pública.
Estoy más preocupado por los esfuerzos para reprimir la desinformación utilizando herramientas de derecho penal, que probablemente obstaculicen el libre flujo de información, como en Brasil y Malasia», finalizó Kaye.