Diferencias entre un estúpido y un idiota
Se ve que el fiscal Federico Garza Herrera anda urgido de subir sus bonos entre los potosinos, dado que no ha dado golpes espectaculares contra la delincuencia, sino más bien los de cajón.
Y es que en las últimas semanas se le vio con mensajes pagados en las páginas de internet de los medios nacionales, o al menos aparecía en esos espacios, pero curiosamente eso no se sabía, es decir, que desviara recursos para fines alejados de la procuración de justicia.
En una de sus intervenciones videograbadas, intitulada «Confianza ciudadana», afirma que su principal logro será que los habitantes del estado reconozcan el esfuerzo por erradicar la corrupción y evitar la impunidad de los delitos.
Como diría Chico Che, ¿quién pompó? Es pregunta que podría afectar al erario.
A quienes cayó como anillo al dedo el coronavirus, no fue solamente a los integrantes de la 4T, empezando por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sino al parecer también al gabinete del gobernador Juan Manuel Carreras López.
Resulta que luego de casi cuatro meses de pandemia, han decidido mantener su sana distancia con los medios de comunicación para evitar cuestionamientos.
Claro, ellos dicen es una medida preventiva contra el Covid 19. Ajá.
Así que desde que San Luis Potosí entró a la famosa nueva normalidad, los altos funcionarios -bueno, así se dice- operan desde el Centro de Convenciones y los escoltas y policías apostados en el lugar, impiden que los reporteros siquiera respiren cerca.
Pero en las instalaciones del C4 andan en las mismas, y secretario general de Gobierno Alejandro Leal Tovías, así como el titular de la SSPE, Jaime Pineda Arteaga, aprovechan cualquier descuido para escapar de los cuestionamientos sobre la ola de inseguridad que vive el estado y que no han podido detener.
Donde hubo mucho ruido y pocas nueces fue en la Cámara Nacional de Comercio, porque luego de conocerse un presunto brote de Covid 19 al interior, los mandamases decidieron citar a los reporteros para hacerles una prueba.
Resulta que la noticia se conoció en plena conferencia de prensa para presentar las pruebas rápidas para las empresas afiliadas y así tener un control.
El caso es que citaron a los reporteros que cubrieron ese llamado de los comerciantes para hacerles el test, solo que a la hora de la verdad, no pasó nada, porque según dijeron, «se nos perdió la lista de los asistentes».
¿No será que les dolió el codo?