Libros de ayer y hoy
“Si me matan… Yo sacaré mis brazos de la tumba y seré más fuerte”
María Argentina Minerva Mirabal.
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron tres valientes mujeres dominicanas que tuvieron la valentía de luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente contra la dictadura de Leónidas Trujillo. Actitud por la que fueron perseguidas, encarceladas varias veces y finalmente brutalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.
En parte y en honor a estas valientes mujeres, dos veces al año se conmemora, por un lado, el ocho de marzo, el día internacional de la mujer y, el 25 de noviembre el día internacional de la no violencia contra la mujer.
No existen avances suficientes en la erradicación de la violencia contra las mujeres en México, aunque contamos con un marco jurídico moderno y hoy las mujeres están frente a un escenario muy distinto al que vivieron nuestras madres, nuestras abuelas, ya que cuentan con derechos que ellas ni se imaginaban que les correspondían. Pero, llevar a la realidad cotidiana y a todos los ámbitos sociales esos derechos es asignatura pendiente. Es ampliamente sabido, por ejemplo, que la saña de los crímenes contra las mujeres, se ha exponenciado, también, como nunca antes.
Las mujeres siguen experimentando violencia, discriminación y falta de oportunidades. En pleno siglo XXI, paradójicamente en las relaciones cotidianas, aquéllas donde deberían construirse sólidos lazos de solidaridad, de hermandad, como en la familia, la pareja y el ámbito laboral, las mujeres no han logrado aportar nuevas formas para resolver su diferencias y conflictos sin tener que afrontar violencia.
Pero la violencia que más afecta, que más daña, que duele -y en ocasiones mata- es la violencia intrafamiliar, precisamente en el espacio que -se supone- debe ser el de seguridad, de confianza, de respeto y de crecimiento mutuo. Es verdaderamente muy triste que en la pandemia de la COVID 19 los casos de violencia intrafamiliar se hayan incrementado.
Quiero compartir con mis lectores una de las frases más profundas de Octavio Paz que, hace 70 años, plasmó en El laberinto de la soledad, en la cual ilustraba, con elocuencia, la hipocresía y la violencia con que la cultura machista trata a las mujeres.
Escribió Paz: “Como casi todos los pueblos, los mexicanos consideran a la mujer como un instrumento, ya de los deseos del hombre, ya de los fines que le asigna la ley, la sociedad o la moral. Fines, hay que decirlo, sobre los que nunca se le ha pedido consentimiento y en cuya realización participa sólo pasivamente, en tanto depositaria de ciertos valores».
En la promoción activa de los derechos de las mujeres mediante la educación, la promoción de la justicia, para hacer valer sus derechos y aceptar las diferencias desde la primera edad escolar, se encuentra una gran oportunidad para erradicar las desigualdades y situaciones de discriminación y violencia que subsisten en nuestro país y en gran parte mundo.
Hoy no es 8 de marzo, tampoco 25 de noviembre. Para que las mujeres disfruten de derechos que se lleven a la práctica, para que no tengan que enfrentar violencia, es preciso recordar todos los días, en cualquier lugar, la necesidad de reflexionar y generar acciones que lleven a cambiar realidades no deseadas en la vida de las mujeres.
Y hablando de política…
Se dice que Esteban Moctezuma Barragán no ha decidido aún en relación con la gubernatura de San Luis Potosí. Lo que deja en el escenario de búsqueda de la candidatura al joven empresario potosino José Antonio Lorca Valle.