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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 7 de junio de 2020.- El asesinato de George Floyd, un afroestadounidense de 46 años de edad, a manos de un policía blanco el pasado 25 mayo ha desatado una ola de protestas en todo Estados Unidos. El hartazgo por la violencia sistemática en contra de la comunidad afroamericana ha llegado a su punto de quiebre en el país del norte y el movimiento Black Lives Matter ha cobrado mayor fuerza en medio de una pandemia global de la que apenas se ve la salida.
El movimiento antirracista ha estallado no solo en Estados Unidos, sino en otros países del mundo como Francia, Gran Bretaña, Nueva Zelanda y Países Bajos, para exigir justicia y un alto a la brutalidad policial que se ha llevado la vida de Breonna Taylor, Ahmaud Arbery y George Floyd, tan solo este año.
TODO POR TRUMP
El investigador de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Flavio González Ayala, explicó que el estallido de las manifestaciones, que incluso ha llevado a disturbios y saqueos en Estados Unidos, surge de una serie de elementos en los que la principal causa es el racismo latente que existe en el país y que fue impulsado a partir de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Esto incluso ha alentado a supremacistas blancos a cometer actos como los de Derek Chauvin, el policía blanco que ocasionó la muerte de Floyd.
Sin embargo, la situación ahora se ha complicado, debido a que en las manifestaciones existen grupos de extrema derecha blancos y anarquistas, que han ocasionado saqueos tiendas y negocios. A la vez que las respuestas del mandatario (en su mayoría a través de Twitter) ha ocasionado mayor división y solo ha dado la cara el pasado lunes 1 de mayo para tomarse una foto con una biblia frente a la iglesia St. John’s, lo que provocó mayor indignación debido a que la policía disolvió por la fuerza a una manifestación pacífica para que pudiera pasar el Presidente.
“Todo esto es una situación muy compleja, mezcla de la cuestión de salud y encerrarse, la cuestión social y política a la que pueden llevar estos enfrentamientos”, señaló González Ayala.
El internacionalista potosino destacó la participación de grupos de la comunidad latina y otras minorías, así como personas blancas que han entendido que el racismo ha conflictuado y dañado al país desde hace siglos, por lo que se necesita que todo el movimiento esté articulado políticamente, ya que de otra forma su impacto disminuirá si solo se observan actos de violencia, como el saqueo y quemas en establecimientos.
Añadió que a nivel global se ha dejado ver la inconformidad social en contra de los abusos policiales, pero no hay un equilibrio en la paridad que debe existir, pues solo cuando se conjunta la lucha social con la ley, el orden y el derecho, es cuando cambian los paradigmas.
LAS ELECCIONES
Y aunque parecería que la situación actual que vive el país norteamericano podría ocasionar que Trump pierda las elecciones en noviembre, no se puede estar seguro de esto, estimó González Ayala.
Explicó que a pesar de lo que se vive actualmente en Estados Unidos, la base electoral de Trump está contenta por la actuación del mandatario y pueden ayudarlo a salir bien librado de estos acontecimientos.
Además que el sistema electoral en el país se basa en el consejo electoral y no tanto en la mayoría del voto, que ya favoreció a Trump en 2016 al darle la presidencia a pesar de que Hillary Clinton contaba con el sufragio de la población.
“En Estados Unidos todavía no está nada dicho hasta que, por ejemplo, el candidato [Joe] Biden elija también quién va a ser su candidato a vicepresidente. Mucha gente habla que una persona idónea para acompañarlo en la candidatura presidencial sea una mujer afroamericana para hacer esa competencia y equilibrio con las minorías, y poder sanar todas estas diferencias con la supremacía blanca”, indicó.
MIGRACIÓN, UNA BOMBA DE TIEMPO
Flavio González comentó que la única forma de detener el racismo en Estados Unidos es a través de la educación, sobre todo en las nuevas generaciones, así como una integración entre los grupos étnicos. Pues a pesar de que el movimiento de los derechos civiles ocurrió entre las décadas de los 50 y 60, y se terminó con la segregación racial, aún no se han diluido las diferencias sociales.
El catedrático comentó que en los próximos meses podría surgir un malestar social, debido a los daños ocasionados por la pandemia a la economía global. Auguró que habrá más migraciones de países pobres a regiones prósperas, las cuales rechazarán a los migrantes y esto a su vez, ocasionará mayores movilizaciones.
“Si hay más pobreza y no hay ingresos, y no hay una estructura de recuperación, estaríamos viendo mayores movimientos sociales e incluso de violencia por cuestiones de hambre, de necesidad y de comer, en muchos países del mundo”, dijo el catedrático.