¿Cooperar desde la desconfianza?
El mundo ya lo sabe; conoce la mayor debilidad del gobierno mexicano; la mentira.
Y es que, desde el pasado viernes, distintos medios del mundo –sobre todo reputados diarios internacionales–, reportaron que el gobierno de López Obrador oculta información sobre el número real de infectados y/ muertos a causa del Covid-19. Por cierto, nada que no se supiera en México.
Y, como era de esperarse, el gobierno de AMLO reaccionó enojado y, por medio de sus aplaudidores deslizó su argumento favorito; que existe una campaña internacional contra su administración. ¡Lo loco..!
Lo cierto, sin embargo, es que corresponsales extranjeros, acreditados en México –de los diarios The New York Times, The Wall Strett Journal, Los Ángeles Times, El País y la agencia de noticias AP–, han visto lo mismo que la mayoría de los periodistas mexicanos; que el narcisista presidente mexicano y el zar para el Covid-19, Hugo López-Gatell, engañan sobre el impacto real de la pandemia en los ciudadanos. Incluso comparan a López con Trump.
Es decir, que Obrador y Gatell no reconocer que los hospitales están rebasados, que no hay control real de la pandemia y que el número de infectados y muertos a causa del virus, está muy lejos de las cifras oficiales.
En pocas palabras, la prensa extranjera comprobó lo que muchos en México han dicho –hemos dicho–; que López Obrador y su gobierno han llegado el extremo de mentir sobre lo más preciado en democracia; el peligro que corre la vida de millones de ciudadanos, por un lado, y las causas de miles de muertes, por el otro.
Pero tampoco es novedad que AMLO es un político, líder social y gobernante mitómano. Durante los últimos tres años –poco antes del arranque de su campaña presidencial–, aquí dijimos que Obrador gustaba de mentir; que sus promesas de campaña eran irreales y sólo imaginación, imposible de cumplir. Dijimos que, por todo ello, López llevaría al país a la ruina.
Desde entonces, muchos creyeron que esa crítica –siempre apoyada en hechos y evidencias–, era parte de una campaña contra el más aventajado aspirante presidencial.
Por eso, justo hace dos años el propio Obrador ordenó lanzar la más costosa campaña en redes, contra el autor del Itinerario Político, al que pretendió callar porque se había convertido en el más severo crítico de sus aspiraciones delirantes. Hoy el país está al borde de la ruina.
Ya presidente, Obrador nos regala, todos los días, contundentes pruebas de esa mitomanía sin freno, al extremo de que la empresa especializada, SPIN, le ha contabilizado casi 30 mil mentiras en sólo 17 meses de gestión.
Pero las mentiras llegaron al extremo cuando lo que estaba en juego era la vida de los mexicanos. El primer caso se produjo el Tlahuelilpan, en donde más de 130 personas murieron en una explosión provocada por otra mentira presidencial; la supuesta lucha contra el “huachicol”.
Luego, ante la llegada de la pandemia del Covid-19 a México, fue mayor la mitomanía oficial.
Y es que, desde el inicio de la crisis sanitaria, el gobierno federal minimizó sus efectos y el propio presidente invitó de manera irresponsable a salir a la calle y abrazarse, mientras que el encargado de informar sobre las acciones oficiales ante la pandemia se burló de aquellos gobiernos estatales que, de inmediato, implementaron acciones contra el contagio.
Luego vino el engaño sobre el estado de salud del sistema sanitario en México. Y es que una de las primeras acciones del gobierno de Obrador fue, precisamente, destruir el sistema de salud, para desviar esos recursos a sus programas clientelares.
Ya con la pandemia encima, muchos denunciaron (denunciamos) que no existía correspondencia entre la experiencia de la pandemia en otras partes del mundo, y los reportes de infectados y muertos por Covid-19 en México.
Primero el gobierno federal reaccionó tarde ante la llegada de la pandemia, luego minimizó sus efectos; más tarde mintió al decir que México estaba preparado, luego engaño con el supuesto equipamiento adecuado en hospitales y sobre las medidas preventivas para médico y enfermeras.
Al final, el engaño mayor; ocultó el número de víctimas mortales. Pero sólo era cuestión de tiempo para que ocurriera lo que vimos a partir del 8 de mayo; que las mentiras estaban a la vista de todos.
Y a partir del viernes 8 de Mayo, en una macabra sincronía, los diarios The New York Times, The Wall Street Journal, Los Ángeles Times y El País, además de la Agencia de Noticias AP, revelaron la inconsistencia de las cifras oficiales sobre la pandemia y el criminal ocultamiento de la realidad por parte de presidente Obrador, del encargado de informar sobre el Covid-19, Hugo López-Gatell y de la jefe de gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum.
¿Qué falta para que los partidos políticos opositores y la opinión pública, en general, exijan sancionar, con todo el peso de la ley, a un gobierno mentiroso y criminal?
Al tiempo.