Recuerda Mario Álvarez ascenso con Atlético de SL

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 7 de mayo de 2020.- A sus 38 años de edad, el zaguero español de Atlético de San Luis, Mario Álvarez Abrante, recordó haber vivido un momento impresionante hace un año cuando se conquistó el ascenso a la Primera División de la Liga MX, con su doble triunfo ante Dorados de Sinaloa, dirigido por Diego Maradona.

Entrevistado por el portal deportivo español As, el entonces capitán del Atlético de San Luis, dijo que ese título es un regalo de la vida a los 38 años, ya que se ha cuidado y está bien físicamente, al nivel de cualquiera de sus compañeros.

Agradeció haber llegado a San Luis por la invitación que en su momento le hizo el presidente del club Alberto Marrero, quien le convenció de venir a México, a pesar de que ya había sido doble campeón con el equipo Muangthong en Tailandia.

Por ello aseguró: «estaré eternamente agradecido al presidente, Alberto Marrero, que fue quien me convenció para que viniera a México», reveló Mario Abrante, pieza clave en el ascenso de Atlético de San Luis a la Liga MX.

El entonces capitán de los rojiblancos potosinos fue el encargado de levantar el trofeo de campeón del Ascenso hace un año.

«Fue un momento impresionante. No deja de ser gracioso que haya sido a la vejez cuando haya empezado a levantar títulos», bromeó.

Y es que, a sus 38 años de edad calificó como un regalo de la vida el logro obtenido en México.

«Son regalos que te da la vida, pero no lo habría conseguido si no hubiera sido profesional. Me he cuidado y puedo decir que, con 38 años, me siento bien. Físicamente estoy al nivel de cualquiera de mis compañeros».

De su llegada recordó que sus inicios no fueron fáciles y que en Tailandia, Abrante era una auténtica estrella del fútbol, por lo que en principio su respuesta al Atlético de San Luis, fue de un “no”.

«Ellos estaban empezando y yo me acababa de hacer un nombre en la Thai League. No me daba seguridad. No quería lanzarme a la aventura y mucho menos con 36 años», recuerda el central.

Sin embargo, recuerda que Marrero le volvió a llamar, me ofreció menos dinero que en Tailandia, pero la insistencia de un amigo fue lo que le convenció.