Así viví el huracán Otis (y luego el John)
México se encuentra muy por detrás de los países desarrollados por cuanto hace a la modernización de su sistema eléctrico, en particular por cuanto hace a la reconfiguración de su matriz de generación de energía eléctrica y a sus líneas de transmisión y distribución.
En los últimos veranos hemos sido testigos de diversos apagones tanto en la península de Yucatán como en Baja California, esto se debe en gran medida al aumento en la demanda del Sistema Eléctrico, la falta de generación, así como a las deficientes líneas para conducir la energía eléctrica.
Se estima que la demanda nacional de energía eléctrica tendrá un crecimiento medio anual de un 3.4% entre 2016 y 2030, sin embargo, no se han realizado los esfuerzos suficientes para poder satisfacer dicha demanda. Desde el mes de abril del año pasado toda la península de Yucatán incluyendo a los estados de Campeche y Quintana Roo, se vieron afectados frente a los apagones que ocasionaron grandes perjuicios económicos.
Resulta ser que a la citada península no llega el gas natural, lo cual constituye otro gran problema; aunado a que su demanda de consumo eléctrico ha ido en aumento. Esto potencializado por el hecho de que en la aludida sección del territorio nacional no se cuenta con las suficientes líneas que la conecten con el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Por otro lado, en el Estado de Baja California, cada año los precios marginales locales de la energía eléctrica se disparan ante la falta de la misma para satisfacer la demanda de esa zona, ello sin que se deje de analizar el hecho de que el Sistema Interconectado de Baja California (BCA), puede llegar a ser considerado como una isla dentro del Sistema Eléctrico Nacional dado que no se encuentra interconectada al SIN, en razón de lo anterior el BCA es abastecido por la energía que se produce en el citado sistema, además de recibir energía eléctrica de importación proveniente de los Sistemas de Estados Unidos.
Además, día con día la población de nuestro país va en aumento, como también la industrialización de nuevas zonas del territorio nacional, por lo tanto, el Gobierno Federal debe de tomar las medidas necesarias para poder satisfacer la creciente demanda eléctrica. Un claro ejemplo de ello fue el auge del desarrollo de centrales eléctricas en el Istmo de Tehuantepec en el estado de Oaxaca, esto es así dado que una vez expedidas las leyes secundarias y la regulación que permitieron la implementación de proyectos de generación de energía eléctrica en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), grandes empresas del sector energético decidieron apostarle a la generación a partir de energías renovables en esa zona, a fin de aprovechar las fuertes corrientes de viento que la atraviesan.
No obstante lo anterior conforme fueron avanzando los mismos, las líneas de transmisión de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) comenzaron a saturarse, lo que provocó una congestión en ellas debido a que no se previno por parte la Empresa Productiva del Estado que aumentaría la generación de energía eléctrica en la zona y que por tanto se debía invertir en las multicitadas líneas de transmisión, traduciéndose en un desajuste en las proyecciones financieras de las empresas inversionistas.
En esa tesitura, resulta incongruente que en el estado de Oaxaca existan complicaciones para desahogar la energía eléctrica y que en contraste por cuanto hace a la península de Yucatán, adolezcan de energía eléctrica suficiente.
Todo lo anterior no debe dejar de ser analizado sin recordar que CFE permaneció con el control de las líneas de transmisión y distribución en el país derivado de la reforma energética, al constituirse como un área estratégica de interés para la nación. Por lo que a no ser que se expida una reforma constitucional, esa empresa productiva deberá invertir en el mejoramiento de las líneas de transmisión para conducir la energía generada a lo largo del país, así como en la modernización de las ya existentes.
De igual manera se deberán retomar las mejores prácticas de otros países en donde la implementación de redes inteligentes se encuentra en etapas más avanzadas. Con ello será posible reconducir la energía eléctrica de un nodo a otro en cuestión de segundos en función de las necesidades de demanda eléctrica.
A México le urge una modernización de su Sistema Eléctrico Nacional y el impulso del desarrollo de su Mercado Eléctrico mayorista, para que podamos ver en el mediano plazo un Sistema eficiente y que se anticipe al aumento en el consumo de energía eléctrica de los usuarios finales.