Preparativos para una amenaza llamada Trump
Apenas estamos en Abril y pareciera que el año 2021 está lejano; pero no para el PEF, si tomamos en cuenta que las tres principales fuentes de ingresos de México, como nación, están muy mermados.
Me explico.
Ayer, día del niño, se reportó una cifra, para el primer trimestre de 2020, en el sentido de la contribución económica de la empresa petrolera mexicana; PEMEX tuvo pérdidas equivalentes a todo lo perdido el año pasado. Luego, su contribución al estado mexicano será negativa.
Además, las remesas mostrarán una caída, necesariamente, pues el vecino del norte reporta una cifra millonaria en pérdida de empleos; es obvio que ese hecho presionará a la baja este concepto de remesas, veremos las cifras en breve.
Y de turismo, la pandemia por SARS-CoV-2 y la falta de medicamento efectivo, aunque hay visos recientes sin claridad contundente, hacen pensar, aun sin precisión del tamaño, que este sector también tendrá perdidas en la tasa anual; al menos en 2020.
Además de estas tres, un hecho: México está desde hace meses en recesión económica y ésta se ha acelerado en las recientes semanas.
Sin afán trágico, sino que objetivo, incluso el efecto del COVID-19 en la cadena de suministro es muy preocupante; esto debe ser tomado muy seriamente ya que podríamos caer en falta de suministro básicos como, por ejemplo, víveres. Así de grave puede ser.
Ahora concatenemos, guardada la proporción con lo anterior, a la relevancia de esto en la ciencia, tecnología e innovación, CTI.
Este espacio, tiene foco en la CTI así como su carácter transversal en la vida nacional y las políticas públicas en el tema.
¿Qué tiene que ver los tres puntos listados con CTI?, todo.
La CTI, como otras actividades productivas, sólo tiene dos fuentes de recursos: Pública y Privada.
Históricamente, en México la dependencia al recurso público ha sido enorme, paradójicamente el recurso público es ínfimo, una amenaza real a la operación productiva de la CTI.
El recurso privado es prácticamente nulo, algo de innovación en productos, pero resulta mas como desarrollo heurístico que como consecuencia del método en CTI; adquisición de tecnología mas que desarrollo de ésta.
El modelo de atraer recursos privados ha sido rechazado, primero por empleados en instituciones de CTI, esas que contaban con alguna posibilidad, y ahora, incluso, como política pública nacional, consecuencia de una pretensión esquizoide para ideologizar la CTI.
Luego, con el escenario derivado de los tres puntos iniciales, el presupuesto PEF 2021 para CTI se antoja, si bien va, igual al actual; la verdad dudo mucho así sea. De hecho, para todos los sectores se espera recrudecimiento de la austeridad franciscana federal.
Así que hay una sólo opción para los profesionales de la CTI, salir a buscar recursos ofertando las soluciones al sector privado.
Esto ha sido dicho, ante el surrealismo tropical, al mas puro estilo de Simeon, aquel que desde su columna califica de imberbes a algunos que le discutían (Simón del desierto, Luis Buñuel, 1965); es decir, sin que se le escuchara.
No es el caso de las universidades, este grupo de instituciones tiene un impacto social muy claro, seguir formando recursos humanos; pero su componente en CTI sí será afectada, para sostenerla o incrementarla, la preocupación será igual que para los centros públicos de investigación, CPI’s.
Vendrán tiempos complicados para todo el mundo, ya se han anunciado los impactos globales; México es ahora muy vulnerable económicamente, salvo algunos instrumentos de libre comercio, así que el impacto podrá ser devastador: Quizá, y deseo equivocarme, la peor crisis económica y financiera en decenios.
Para el consumo popular se podrá decir que por estos efectos externos se ha dificultado la transformación; pero en CTI, al menos, se están tomando decisiones inesperadas y desconcertantes, por decirlo cordialmente.
Colegas, no esperemos mas recurso público, si no llegó cuando había crecimiento económico. La extinción de fideicomisos es una señal clara.
Como hecho auditado, el presupuesto para CTI en el sexenio anterior, que en cifras ha sido lo mas alto, mayormente fue para infraestructura, ejerciendo presión financiera en CPIs y universidades; poniendo en riesgo la viabilidad de éstas instituciones todas.
Entonces no se regularizó el recurso federal, tampoco se logró la autonomía de CONACYT ni de la CTI como sistema entero. En éste, se han tomado por asalto las riendas de organismos autónomos ya existentes; cuando veas las barbas de tu vecino recortar, pongamos las propias a remojar.
Es decir que difícilmente se logrará la autonomía del CONACYT, y con ello se preserva la dependencia de la CTI con el recurso público; mismo que no ha alcanzado, y ahora, en 2021 y quizá mas, mucho menos.
Falta poco para que arranque el proceso en instituciones para conformar el PEF 2021, luego se integra por la coordinadora y concentradora, CONACYT para unos CPIs, SEP para universidades y otros CPIs, así como aquellos restantes dependientes de algún otro sector. No, el PEF no está tan lejos por la relatividad del tiempo y las condiciones de contorno.