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Triunfa María Isidora Rodríguez en los 50 km de la Gran Carrera del Desierto
CIUDAD VALLES, SLP., 26 de abril de 2020.- Cuando se habla de Ciudad Valles en el futbol profesional, no solamente vienen a la memoria los nombres de los jugadores Gerardo Silva Escudero, Margarito Torres Meraz, Jonathan Alejandro Sánchez Hernández, o el recientemente fallecido Víctor Manuel Escalera Rubio.
Y es que aparejado a ellos, hay un hombre que también ha sido parte del balompié mexicano en sus principales divisiones, recorrido los máximos estadios del país, y convivido con figuras de todos los niveles: Pedro Palomares Flores, mejor conocido como “El Pericles”.
Masajista profesional, nació en Ciudad Valles, el 26 de abril de 1960; hijo de Pablo Palomares y Enriqueta Flores. Estudió en el Cecyt 206 (hoy Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios número 46) e ingresó a la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) a la carrera de Contaduría Pública.
Trabajó seis años en la oficina federal de Hacienda número 142 de Tampico, y se inició como masajista empírico con Los Grillos del Cecyt 206 en la Liga Regional del Golfo, a invitación de Pedro Rodríguez, un ingeniero que era catedrático de esa institución educativa.
En 1983, a sugerencia del futbolista huasteco Anselmo Loredo Ortiz, lo convocaron a integrarse a Naranjeros de Río Verde de la Tercera División, donde duró solamente dos años, pues el técnico del Atlético Potosino, José Camacho, lo invitó a éste equipo, con el que iniciaría su trayectoria en la Primera División.
En esa máxima categoría estuvo en Puebla, Celaya, Colibríes, Necaxa, Jaguares y Monarcas. Pero en las ligas de ascenso trabajó para Toros Neza, San Francisco, Venados de Yucatán, Ángeles de Puebla, Chiapas, Salamanca, Zamora, Santos de San Luis y hasta con los Loros Huastecos (de la Tercera División).
Adicionalmente también prestó sus servicios al Club San Luis del Futbol Rápido Profesional (junto al recordado técnico Alfredo “La Chula” Bernal), a los Leones de Yucatán de la Liga Mexicana de Beisbol, y a los Venados de Yucatán del basquetbol profesional.
Una de las satisfacciones personales que más recuerda es haber tenido la oportunidad de atender a futbolistas de renombre mundial como el brasileño José Dirceu Guimaraes, y sus compatriotas Romario, Zico, Ricardo Rocha, y Aldair, así como al portero belga Jean-Marie Pfaff, y al mediocampista alemán Bernd Schuster.
Conocido fraternalmente en tierras potosinas como “El Pericles”, fue un sobrenombre que surgió desde los tiempos del Cecyt 206, derivado de su nombre: Pedro. Aunque estando en el Puebla, algunos lo bautizaron como “El Libretón” y en Santos le llamaban “El Pirrín”.