Diferencias entre un estúpido y un idiota
No podía faltar en un gobierno de Morena.
En efecto, en medio de la tragedia, aparecieron el circo, los payasos, los trapecistas y hasta el domador de fieras.
Peor aún, en el gobierno de López Obrador la tragedia de cientos de muertos por al peor pandemia del siglo parece haber sido convertida en “la fiesta de la muerte”.
Y es que aquellos que llevan en las espaldas la responsabilidad de la vida de millones de mexicanos –potenciales víctimas del Covid-19–, no sólo han desdeñado tal responsabilidad sino que, en medio del engaño y la mentira, alegremente paladean las mieles de la fama.
Sí, cual “estrellas del espectáculo”, los señores Hugo López-Gatell y Zoé Robledo parecen felices con ser parte del “insaciable tobogán de la fama” que los lleva a las portadas de las “revistas del corazón” y a “ñoñas” imágenes en las redes sociales, en las que aparecen cual héroes del momento.
Todo ello a pesar de que ocultaron por casi dos meses las primeras tres muertes por Covid-19 en México.
Así, el caso más patético –por el ego sin freno–, es del subsecretario de Salud, López-Gatell, quien contagiado por el virus de la fama, se hace acompañar por maquillistas que lo retocan a cada aparición frente a las cámaras, mientras especialistas de imagen lo retratan en todas las poses imaginables para seleccionan las imágenes y “moverlas” en redes sociales.
Por eso, a Pérez-Gatell se le ve lo mismo en imágenes y poses perfectas, que corriendo para entrar a la casa presidencial, y hasta regalando fotografías que le pide “espontáneos admiradores” que lo aplauden fuera de Palacio.
Y el delirio de la frivolidad es la portada de la revista “Quién”, que lo presentará como “El hombre del momento”.
Lo que no dice la revista es si se trata “del hombre del momento final” de casi mil muertos; si es el hombre del momento para ocultar las cifras reales de la mortal pandemia o si la irresponsabilidad de López-Gatell merece tal título ¿Cuál es el criterio editorial de esa revista?
A su vez, por idénticos meandros de frivolidad se mueve Zoé Robledo, director del IMSS, quien igual que López-Gatell, “miente como respira”, sobre la situación que vive la institución que preside, frente a la pandemia.
¿Habrán estado, López-Gatell y Robledo, ante un enfermo de Covid-19?
Por eso obliga preguntar: ¿Cuántas muertes por Covid-19 están en la conciencia y la ineptitud de esos funcionarios; cuántas muertes más de paciente, médicos y enfermeras necesita para entender su fracaso.
A nadie parece importarle y menos a Zoé Robledo, quien junto con el gabinete de salud se hacen retratar cual estrellas del firmamento, en el patio de Palacio, para exhibir en redes sus figuras de modernos “paladines del poder”.
¿En las manos de esos amorosos de la frivolidad y del ego, está la vida de miles o millones de mexicanos, potenciales víctimas de Covid-19?
La respuesta a la interrogante es un lapidario “sí”; en esas manos y en esas cabezas insensibles e insensatas está la vida de millones de mexicanos.
Y también por esas manos y por esas conciencias pasó el primero de los grandes engaños en tiempos de la pandemia.
¿Un primer engaño?
En efecto, resulta que todos los ciudadanos fuimos “mal informados” de que el primer caso mortal de Covid-19 se produjo, en México, el 28 de febrero pasado. Se trató, como muchos saben, de un hombre de 35 años que murió en Ciudad de México, ese 28 de febrero.
Sin embargo, esa fue la primera gran mentira, tanto de López-Gatell, como de Zoé Robledo y del propio presidente López Obrador.
¿Y por que fue mentira?.
Porque en realidad el primer caso de muerte por Covid-19 se produjo el 6 de enero de 2020; casi dos meses antes de lo que oficialmente se nos dijo a todos los ciudadanos.
La información que lo corrobora se puede consultar en la plataforma Datos Abiertos de la Dirección General de Epidemiología –de la SSA–, en donde se confirma que el 6 de enero del 2020 se produjo la primera muerte por Covid-19, y que fue el caso de una mujer de 35 años, originaria de Tepic, Nayarit, que padecía asma.
El segundo caso se confirmó el 8 de enero del mismo 2020, y fue otra mujer, originaria de Tabasco, atendida inicialmente en Veracruz y que tenia pro lemas de obesidad. Y el tercer caso se confirmó el 27 de enero del 2020, en Naucalpan, estado de México, y se trató de un hombre de 43 años.
Según la información oficial, los tres pacientes fueron considerados como “ambulatorios” y llevaron la cuarentena en sus casas, en donde convivieron con muchas otras personas.
¿Quién será capaz der poner fin a la feria de frivolidad que rodea a la peor pandemia en décadas?
¿La muerte cientos de mexicanos, merece el premio a la frivolidad?
Al tiempo.