Libros de ayer y hoy
México vive tiempos inéditos: la política cedió el espacio a la ciencia y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador, uno de los más reacios a creer que existe el coronavirus Covid 19, por fin entendió que su papel es conducir a los mexicanos a la prudencia, a tomar conciencia de que si en estos momentos salen a las calles en masa, los contagios se desbordarán.
El Covid 19, como se sabe, es una enfermedad respiratoria causada por un nuevo tipo de coronavirus que primero se llamó 2019-nCoV (2019-novel coronavirus, en inglés, 2019-nuevo coronavirus). El nombre no resultaba popular ni fácil de retener por la gente, por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió el 11 de febrero de 2020 llamarlo simplemente Covid 19, donde el 19 significa el año 2019 cuando se descubrió y no hace referencia al país de origen para evitar estigmatizarlo.
Los coronavirus se representan con espigas en forma de corona en su superficie, porque así es su forma física. Estas espigas se adhieren al sistema respiratorio y causan la enfermedad que hoy tiene en jaque al mundo. Los coronavirus no son nuevos, datan de hace 60 años y hay siete tipos: 229E, NL63, OC43, HKU1, MERS-CoV, SARS-CoV y el actual 2019-nCov (mejor conocido como Covid 19).
ERS-CoV, SARS-CoV y Covid 19 son los coronavirus que más causan estragos entre las personas, ya que pueden llegar a ponerlas en estado grave de salud e inclusive, acabar con su vida.
Los principales síntomas del Covid 19 son tres: tos, fiebre y dificultad para respirar. Además, este tipo de coronavirus (o simplemente virus) puede llegar a provocar neumonía en ambos pulmones e insuficiencia en múltiples órganos del cuerpo. Lo peor de todo es que se transmite de persona a persona, a poca distancia, de ahí la famosa campaña del Gobierno Federal de «Susana Distancia» y el #QuédateEnCasa.
La enfermedad ahí está, pero no hay una vacuna que proteja contra el Covid 19 ni tampoco un tratamiento específico. Lo único que puede hacerse en este momento es salir de casa solo lo estrictamente necesario, lavarse las manos con frecuencia, guardar distancia entre las personas y aliviar los síntomas con atención médica.
Es tanta la información respecto a este tipo de coronavirus que por eso es mejor que la política se haga a un lado y respete el lugar de la medicina en este escenario que puede resultar catastrófico si no se toma con seriedad y se informa con objetividad y conocimientos medicinales a la población. Los primeros resultados ya los estamos viendo y hasta el momento, son de carácter económico, pero el virus apenas empezó su recorrido por el país y viene la etapa más difícil para todos.
Ni siquiera López Obrador podía aguantar este escenario, por más estampas, escapularios y santos a los que se encomiende. La enfermedad avanzó de manera acelerada en todo el mundo y día con día acumula más víctimas. Es cierto que desde un principio se dijo que el Covid 19 no es necesariamente mortal y así lo demuestran los hechos, por más que diario conozcamos la cifra de personas que no lograron sobrevivir, sobre todo de la tercera edad.
¿Esto es motivo para seguir dando besos y abrazos como pedía López Obrador o seguir en las calles en vez de morir de hambre como afirmó el multimillonario Ricardo Salinas Pliego? La lógica, no económica, no política, indica que no. La lógica de la medicina es que entre más aislados, menos contagios y disminuirán las muertes. De nada sirve tener a medio país (o más) enfermo en sus casas por 14 días, aunque las personas no mueran; sería peor. Es mejor que estén guardadas en su casa, pero sanas. Es de comprensión elemental.