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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 27 de marzo 2020.- Con la finalidad de brindar información a la ciudadanía para que eviten conflictos durante este período de aislamiento derivado de la contingencia sanitaria, el director del Instituto Temazcalli, José Ramón Arellano Cano, advirtió que no sólo nos estamos enfrentando a problemas de salud pública física, sino de salud mental, por ello es importante mantener la calma ante la situación de encierro que no es habitual en la ciudadanía.
«Es importante no agravar pequeñas discusiones que pudieran surgir por estar en un espacio reducido, no permitir que esto derive en violencia y apegarse a las rutinas anteriores también es importante”, advierte.
Arellano Cano señala que si se hace trabajo en casa, popularmente conocido como home office, por ejemplo, “hay que levantarse a la misma hora como si se fuera a acudir al trabajo y a los niños también hay que levantarlos a la hora en que normalmente van a la escuela, tomar los alimentos a las mismas horas de siempre y no irse a dormir más tarde, ya que no son vacaciones”.
Explicó el especialista que es importante hacer buen uso del Internet y las redes sociales y realizar rutinas de ejercicio o lectura para mantenerse ocupado. «Hay que sustituir las salidas a la calle por este tipo de actividades”.
También indicó que se debe aprovechar el tiempo para reflexionar y valorar la estancia en el hogar, algo que ya no es común, «es el momento de aprovechar ese tiempo en casa, lo cual además generará una satisfacción de logro personal, muy importante para la salud mental».
El director del Instituto Temazcalli dijo que hay que explicar a los niños la situación para evitar el estrés en ellos y en los adultos, hablar de las emociones ya que guardarlas es un generador de conflictos. «Para el adulto también es muy importante hablar, las emociones no se actúan, porque pueden caer en violencia, las emociones se hablan. Al verbalizar nuestros miedos podemos sobrellevarlos”.
Puntualiza que es importante hablar en estos momentos por teléfono con un amigo, con la misma familia o incluso con algún experto, un psicólogo, sobre cómo estamos lidiando con esta situación y qué expectativas tenemos del futuro, cómo vamos a organizar nuestra vida ante los conflictos económicos que puedan surgir, es decir, todo lo que nos genere una inquietud.