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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 4 de marzo 2020.- El titular de la Dirección de Ecología y Manejo de Residuos, Israel Esparza Rodríguez, indicó que han aumentado las quejas contra casas habitación en que se realizan las llamadas “after party”.
Añadió que debido a que se trata de casas habitación es más difícil que la dirección interfiera cuando la ciudadanía interpone una queja, porque este tipo de celebraciones comienzan alrededor de las 2:00 de la mañana.
«Cuando hay ruido excesivo dentro de una casa habitación es una falta administrativa y es una falta al Bando de Policía y Buen Gobierno, ahí el campo de actuación contra un vecino que genera ruido es de la Dirección General de Seguridad Pública Municipal (DGSPM)», explicó.
Señaló que ante la proliferación de este tipo de actividades, tanto Ecología como la DGSPM tendrán que revisar los reglamentos de estas dos áreas, además de Comercio, para establecer el método de actualización en estos casos.
Esparza dijo que un ciudadano que quiera realizar una queja contra este tipo de actividades, debe hacer su reporte a la DGSPM para que sean enviados elementos para exhortar a los dueños de la casa a reducir el volumen del ruido y, en caso de negarse, puede realizarse una multa y hasta una consignación en barandilla, según sea la gravedad de la falta.
De igual forma, comentó que se mantiene los operativos con la Unidad de Gestión del Centro Histórico (UGCH) y Gobernación en el Centro Histórico para verificar que los antreros mantengan vigente sus reglas de funcionamiento, así como el cumplimiento de los límites de ruido permitido en los establecimientos.
Añadió que en estos casos las multas se mantienen en antros y bares de la zona, por lo que se le ha dado énfasis a las inspecciones para mantenerse vigilantes.
En cuanto a la suma de las multas, Esparza Rodríguez indicó que son 10 veces la Unidad de Medida de Actualización (UMA), es decir 850 pesos cuando los casos son de primera vez. Sin embargo, señaló que la mayoría de los lugares a los que se sanciona son recurrentes, por lo que se aplican multas de 50 a 70 UMA e incluso clausuras preventivas.
La mayoría de los negocios que se encuentran en estos casos son los antros y bares en la zona del Jardín de San Francisco en el Centro Histórico, así como los ubicados en la Torre Alttus y la avenida Cordillera Himalaya.