Entregan apoyos a mujeres en Día de la Lucha contra el Cáncer de Mama
SAN CIRO DE ACOSTA, SLP., 10 de febrero de 2020.- Luego de accidentarse en una moto y presuntamente no ser auxiliado por Policías Municipales -que lo creyeron borracho y lo encarcelaron- un joven de 31 años murió por traumatismo craneoencefálico severo; ahora, su familia exige justicia y han emprendido una lucha contra el Gobierno Municipal, que encabeza María Isabel González Serna, para que paguen su negligencia.
Daniel Reséndiz Leal, originario de la comunidad Río de Vaqueros (perteneciente a Rayón) fue decretado con muerte cerebral horas después de ingresar a una clínica participar de Rioverde la madrugada del sábado primero de febrero de 2020, proveniente de San Ciro de Acosta, donde horas antes ocurrió el percance.
Su hermana, María del Socorro Reséndiz Leal, dijo que su familia quiso hacer lo imposible por salvarlo y lo trasladaron ese mismo día a la capital del estado, pero al tener el mismo diagnóstico, regresaron a Rioverde el tres de febrero y el martes cuatro decidieron desconectarlo de los aparatos que lo mantenían con vida.
El primero de febrero por la madrugada, Daniel se accidentó en su motocicleta en la calle Hidalgo del centro de San Ciro de Acosta; “Estaba inconsciente, no tenía fuerza, ¿apoco no iban a ver esos pinches policías que estaba mal?”, exclamó su familiar.
Daniel estuvo tirado inconsciente casi 20 minutos hasta la llegada de uniformados y una ambulancia, pero lejos de trasladarlo a recibir atención médica, lo detuvieron; “nosotros no lo mandamos que anduviera de borracho, él va a la cárcel, para que se le quite”, dijeron los policías, según narra su hermana.
Amigos del joven suplicaban que lo atendieran, pero solo recibían respuestas como: “No tiene golpes, no tiene nada. Está inconsciente de borracho”.
“Al observar la inoperancia y falta de conciencia de los policías, sus amigos lo rescataron y se lo llevaron a la entrada de la ciudad, donde nosotros ya íbamos en camino para llevarlo a Rioverde al hospital”, dijo María.
Todos los esfuerzos de su familia por salvarle la vida fueron infructuosos, ya Daniel descansa en paz en el panteón de Vaqueros; así fue coartada la existencia de un joven paisano que trabajaba en los campos de Golf de Texas, contratado desde México y que había llegado a visitar su tierra apenas el 23 de diciembre pasado; el próximo 31 de abril celebraría su cumpleaños 32.