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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 10 de febrero de 2020.- Como parte del compromiso para proteger la integridad y bienestar de niñas, niños y adolescentes, el Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), emprendió la campaña “No Te Calles Yo Te Creo”, que busca alertar sobre los riesgos del abuso sexual, sensibilizar sobre la necesidad de denunciar y generar acciones preventivas para cuidar su sano desarrollo.
Además de las acciones para la difusión masiva de mensajes preventivos, a través de la Dirección de Bienestar Familiar y en conjunto con los DIF Municipales, se realizarán jornadas preventivas con estudiantes, con actividades lúdicas y formativas, se darán herramientas a niñas, niños y adolescentes para que puedan reconocer el abuso, así como tomar la decisión de denunciar.
De igual forma, se brindarán pláticas a madres, padres y docentes, para que generen entornos de protección y puedan identificar síntomas de alerta en casos de abuso sexual.
Asimismo, se busca visibilizar el tema y crear la conciencia en las personas adultas, de que siempre se debe escuchar y creer a una hija, hijo o estudiante que dice haber sido víctima de este tipo de abuso.
Es importante destacar, que la campaña “No Te Calles Yo Te Creo”, es una de las tres prioritarias que se promoverán desde la institución en este año 2020, se sumarán DIF’s Municipales, instituciones educativas y dependencias estatales.
Cabe mencionar que de acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), cada año más de 4.5 millones de niñas y niños son víctimas de abuso sexual y México ocupa el primer lugar en la incidencia de este delito.
El abuso sexual es una grave violación a los derechos de niñas, niños y adolescentes, que afecta su salud física y emocional.
Entre otras consecuencias puede generar: depresión, ansiedad, baja autoestima, conductas autodestructivas, sentimiento de culpa, miedo, ira, hostilidad, depresión, dificultad en las relaciones sociales, fobias, ideas obsesivas, cambios repentinos en el comportamiento o personalidad, cambios en los patrones de sueño, tendencia a abandonar la escuela o la casa, los actos de automutilación, la tendencia al suicidio, pesadillas, aislamiento, rechazo o sensación de amenaza. Cuando se presentan varios de estos síntomas es importante que el niño, niña o adolescente sea valorado por un especialista.