Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
El que no quita el dedo del renglón, es el tío político del alcalde capitalino Xavier Nava Palacios y presidente del Consejo Consultivo del Centro Histórico, Horacio Sánchez Unzueta, quien comentó que hasta el momento no se ve ninguna colaboración con la Unidad de Gestión del Centro Histórico (UGCH).
Reconoció, de todas formas, que se requiere la más amplia participación de los tres niveles de gobierno para resolver los problemas de esa compleja zona de la capital potosina, como es la inseguridad, el ambulantaje y su mantenimiento.
Eso sí, cuando se le preguntó si tiene coordinación, ya no digamos cercana sino institucional con la titular de la UGCH, Rocío Zavala García, el exgobernador dijo con todas sus letras:
«No, tengo la impresión de que andan ocupados».
Donde tendrán que ponerle un poco más de ganas a los simulacros, es en la delegación federal de la Secretaría del Bienestar en San Luis Potosí, a cargo de Gabino Morales Mendoza, ya que quedó de manifiesto que estas actividades son las menos importantes de sus prioridades.
Si bien en San Luis Potosí no tiembla igual de violento que en otras entidades del país, como CDMX, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, no debería soslayarse cualquier riesgo.
Y es que todo mundo vio que personal de las brigadas no pudo desalojar por completo el edificio, al menos a un señor con una discapacidad motriz y algo pasadito de peso. Eso sí, lo intentaron en varias ocasiones, pero ante el fracaso y la premura del tiempo, decidieron saltar del barco y dejarlo a su suerte.
Al fin que era un simulacro, no hay fijón.
Pues parece que en San Luis Potosí, al menos por lo que dice la diputada Beatriz Benavente Rodríguez, las cárceles son propiedad de los presos.
Según su versión, el reo que se escapó del penal de Matehuala en realidad había “recibido permiso” de los custodios, pero ante el escándalo que se armó porque no regresó como pactaron, lo “recapturaron” para volverlo a poner tras las rejas.
De ser cierto, se trata de una declaración similar a la del secretario de Seguridad Pública, Jaime Pineda Arteaga, quien afirma que en estos tiempos ya nadie está seguro en ningún lado.
Pero ni la legisladora, que para colmo preside la Comisión de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social, exige una investigación formal; ni el funcionario ofrece disculpas por tantas barbaridades verbales que solo ponen nerviosos a los ciudadanos.
¿Quién podrá defendernos?