Atentos a China: brote del virus HMVP desata caos, a 5 años del Covid 19
Argentina no es un país latinoamericano sin problemas financieros. Las cifras hacen pensar que incluso México tiene una economía mucho mas sólida.
Un contraste ha llamado mi atención en días recientes ya que algunos medios han dado cuenta que el gobierno Argentino ha tomado la decisión de incrementar las becas doctorales. El incremento consiste en aumento dela emolumento.
El contraste es la gran presión que desde CONACYT, acá en México, se ha reportado sobre jóvenes investigadores adscritos al programa de cátedras de CONACYT.
El programa de cátedras fue una estrategia de la administración federal anterior por la incapacidad de generar posiciones de competencia para científicos y científicas. El programa fue concebido para incorporar en las filas del CONACYT, con una centralista, a jóvenes repatriados o retenidos, con reciente obtención de grado de doctor, y comisionarles en instituciones de educación superior tanto como en centros públicos de investigación.
Este parche inventado en el sexenio pasado fue paliativo para el déficit de científicos y científicas trabajando en México. Fue útil, podemos decir que sí sin equivocarnos, pero también que no fue solución sino un remedio a medias para el problema.
El asunto es que muchos catedráticos CONACYT, como se les conoce en el medio, se hayan con la presión injustificada por el potencial cierre del programa. Se ha hecho saber públicamente que incluso han sido cesados algunos; pero no necesariamente como una consecuencia de evaluación sino por inoperatividad y errores de la plataforma digital.
Sumado a ello, mas egresados de doctorado, de años recientes y no tanto, se encuentran sin oportunidad des de empleo mientras que México requiere mas científicos y científicas.
Se requieren para atender problemas en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, como los que ha en Salud, diabetes, cáncer, y otras; Agua, su manejo y tratamiento; Energía, su generación, almacenamiento y transmisión; Agroalimentos, sostenibilidad, producción, industrialización; Migración, causas y efectos; y muchos problemas mas que desde la CTI podrían construir solución. La lista es enorme.
El aumento en las becas, allá en Argentina también puede ser paliativo, pero su discurso, por lo menos eso, pues, está orientado a que es un paso para ir levantando su ciencia.
Acá, no encuentro un discurso.
Se dice habrá proyectos semilla; se anuncian 100 mil pesos por proyecto tal que, si prospera la semilla, se lanzará convocatoria para proyectos por 2 millones de pesos mexicanos anuales.
La ciencia, esto debería saberlo la directora del CONACYT, se hace con equipos de personas. Así que, a ver, una vez mas, hagamos cuentas simples.
A un posdoctorante se le dan entre 22 mil y 25 mil pesos mensuales. Tomemos por simplicidad en las cuentas los 25 mil. 25,000×12 resultan en 300,000 pesos por año. Así que los primeros 100,000 alcanzan para un tercio de la semilla. Aunque solo se le dieran 20,000 pesos serían 240,000 por año.
Mas ridículo sería dividir los 100,000 pesos entre 12 meses; resultan 8,333 pesos mexicanos. Y ni contar con consumibles como reactivos, material experimental, vaya ni con papel para hacer las impresiones necesarias en trámites.
Vivir en un mundo fantasioso no hace políticas públicas orientadas a encontrar soluciones.
En Argentina, la decisión es correcta ante el desgaste monetario. En México, el programa de cátedras, propuesto el sexenio anterior, no ha sido solución; mas ha sido placebo. Pero es claro que ahora la materia está peor.