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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de diciembre de 2019.- El Ayuntamiento de San Luis Potosí taló un árbol cada 60 horas -en promedio- durante el primer año de ejercicio de Gonzalo Benavente González como Director de Servicios Municipales, de acuerdo con un reporte que abarca del 1 de octubre del año pasado a 5 de octubre del presente, sobre todo, por el riesgo que presentaban para la ciudadanía, según argumentó.
«Es importante comentar que estos árboles fueron retirados por las afectaciones que causaban, esto fue determinado después de realizar las supervisiones físicas y en apego a los artículos 47 y 48 del Reglamento de Parques y Jardines Públicos del Municipio Libre de San Luis Potosí», explicó el ingeniero de profesión, en una respuesta otorgada a una solicitud de información pública de Quadratín, donde especificó que fueron 147 árboles talados, lo que arroja el promedio de tiempo descrito.
«Actualmente, los trabajos de tala se están realizando por personal adscrito a esta coordinación a mi cargo y no se ha otorgado a la fecha del presente -15 de octubre- ningún permiso para que particulares realicen este tipo de trabajos, con el fin de asegurarnos que solo se talen los árboles autorizados y que realmente estén causando daño que amerite su arribo».
A pesar de lo expresado por Benavente, hubo un caso del 11 de septiembre cuando unos particulares decidieron talar dos árboles sin ningún aval del ayuntamiento. El informe indica que estas personas ingresaron trámite de tala por construcción, «pero al momento de la inspección física, ya los habían talado sin autorización».
Según la ubicación de los árboles talados en la capital, la mayor parte fueron sobre en la ruta de la avenid Salvador Nava, con 22 de ellos. Se trató, dijo el funcionario en su reporte, de palmeras secas que presentaban un riesgo de caer y provocar accidentes. La tala ocurrió el 22 de mayo del presente año.
El resto de las talas han sido por tres principales motivos: la obstrucción que generaban para acceder a las viviendas (principalmente estacionamientos), daños en las banquetas y al arroyo vehicular. Según Servicios Municipales, casi todas estas plantas estaban secas, inclinadas e inclusive, en algún caso apolillada, y ponían en riesgo a ciudadanos y habitantes de viviendas, además de ser constantes amenazas para las tuberías de agua, drenaje e también de gas natural, de acuerdo con las justificaciones.