Esquiroles de oposición, apoyan a Morena
Recién he leído sobre la intención de científicos para lanzar aplicaciones de citas que contengan información genética. Sí, de citas como esas que ya circulan en el ciberespacio digital. Se pretende que las posibles parejas tengan información sobre enfermedades y padecimientos hereditarios; un ejemplo donde el lector puede rastrear el asunto con ligas esta en esta liga https://elpais.com/elpais/2019/12/12/ciencia/1576170603_827531.html.
Sentimientos encontrados obvios me asaltaron durante la lectura. Un dilema fue el residuo luego de reflexión y búsqueda de información verificable.
Una parte del dilema se relaciona al uso de la tecnología para el bienestar de la humanidad mientras que la otra sobre la privacidad y confianza entre individuos. Me explico con argumentos quizá plagados de mi imaginación e intención, quién lea estas letras tome en cuenta este posible sesgo.
Sin ser adivino, puedo comprender, con base en las lecturas del asunto, que el motivo es que una pareja tenga la mayor información objetiva a su alcance con la finalidad que sus actos les permitan llevar al mayor tiempo posible su, como decirlo, dicha, alegría y bienestar.
Sin afán de trivializar, sino para tratar de ilustrar el punto, tomaré el siguiente ejemplo. Ya hay productos en el mercado derivados de las ciencias de la conducta. No es difícil hallar lecturas con título “Qué esperar cuando estas esperando”. En este producto se informa de los estados en distintas etapas de la procreación; la tecnología tiene formato de libro y redacción digerida, pero contiene bases científicas o, al menos, estadísticas.
La información del este producto permite a quienes están en espera, tanto como en las primeras etapas, prever la frustración cuando el bebé llora y ya han hecho todo, incluyendo consultar por la madrugada a pediatra, familiares y amigos, para manejar lo mejor posible tales eventos; que pueden llegar a la frustración, angustia, enojo y más.
Es información que, una vez reflexionada, aunque no evita lo inesperado e impredecible del futuro, permite manejar eventos cotidianos con el bienestar como objetivo.
Me parece que el mismo motivo, de unas implicaciones más adelante, está en la aplicación con información genética. En este caso la información resulta de las ciencias génicas y la biología molecular. Una persona, al conocer a otra y tratar de construir futuro, le puede servir información para prever eventos y tomar decisiones de manera informada, previsora de recursos y capacitación para manejar lo mejor posible los eventos en su andar.
No obstante, del otro lado del dilema, está el hecho siguiente. Para que tal aplicación opere requiere información genética de las personas; misma que está clasificada como sensible en leyes sobre protección de datos personales en posesión de terceros. Tal protección no es un arbitrio azaroso; en realidad responde a una exigencia y necesidad de las personas en la sociedad moderna.
No deseo entrar en el ámbito de la confianza entre las personas que formaren parejas, mi foco está más relacionado a que la ciencia, tecnología e innovación, CTI, genera productos para el bienestar que colocados en el mercado pueden abrir nuevos riesgos.
En el caso que me ocupa hoy el riesgo consta de la falta de cumplimiento normativo en el desarrollo de CTI o, peor aún, con normatividad inexistente.
Si bien, un aviso de privacidad es un elemento de cumplimiento normativo, la forma y contenido en que es usado y definido, respectivamente, no es suficiente. Si un usuario alimenta o autoriza uso de su información sensible en aplicativos derivados de CTI, se debe informar correctamente y además debe seguirse un plan de cumplimiento con oficial autónomo para proteger la información personal sensible.
Añadido a lo anterior, innovaciones adicionales deben ser incluidas para la seguridad del dato pues los ciberataques y cibersecuestros están a la orden del día.