Diferencias entre un estúpido y un idiota
En 2013 Olimpia Coral Melo Cruz fue víctima de una infamia a través de las redes sociales.
Sin su consentimiento, su expareja sentimental hizo circular en las redes sociales un vídeo de fuerte contenido sexual donde ella era la protagonista. Este material erótico se hizo viral en su pueblo natal, Huachinango, Puebla y luego en todo México.
A partir de ese momento Olimpia sufrió humillaciones, burlas y linchamiento mediático. Las lenguas de víbora se dieron gusto, no pararon de lanzar su veneno.
Olimpia no podía salir a la calle porque de inmediato era señalada con índice de fuego. La trataban como a una leprosa. Su propia familia no sabía qué hacer. Ellos también sufrieron la humillación y las hirientes críticas.
Ante este desprecio público la joven mujer decidió encerrarse a piedra y lodo en su casa. Durante meses vivió un infierno. Sentía que le habían robado su vida. Una mezcla de dolor, rabia y culpa la quemaban diariamente a fuego lento.
Tuvieron que pasar muchos días de cruel tormento para que Olimpia tomara conciencia de que ella no había sido la culpable y que más bien era víctima de una acción canalla.
Pero en algún momento de su desdicha su dignidad emergió valiente y decidió dejar de sentirse culpable y proceder a denunciar lo ocurrido ante las autoridades.
Sin embargo se topó con que este tipo de agresiones no estaban incluidas como un delito en el código penal de su estado. Así que con el apoyo de un grupo de activistas presentó ante el Congreso de Puebla una iniciativa de ley para que se aprobara un nuevo tipo de delito que castigará la violencia digital. Desgraciadamente en un principio los diputados de aquella entidad rechazaron su propuesta.
Entonces Olimpia y sus aliadas tomaron la decisión de formar un movimiento social al que llamaron Frente Nacional por la Sororidad y cuyo propósito sería hacer visible el papel que juegan las tecnologías como generadoras de violencia y agresiones, sobre todo contra las mujeres.
Las integrantes de este Movimiento sostienen que hay una nueva forma de violencia, la Violencia de Género Digital que consiste en “actos de acoso, hostigamiento, amenazas, vulneración de datos e información privada, divulgación de información apócrifa, mensaje de odio, difusión de contenido sexual sin consentimiento, textos, fotografías, videos y/o datos personales u otras impresiones gráficas o sonoras, verdaderas o alteradas, o cualquier otra acción que se comete a través de las tecnologías de información y comunicación, plataformas de internet, redes sociales, correo electrónico, aplicaciones, o cualquier otro espacio digital y que atenta contra la integridad, la dignidad, la intimidad, la libertad, la vida privada o vulnera algún derecho humano de las mujeres”.
A partir de aquel instante el Movimiento encabezado por Olimpia Coral Melo ha exigido que se modifiquen los códigos penales del país para castigar, prevenir e inhibir la violencia digital.
Poco a poco tuvieron éxito. Se fortalecieron. A través de movilizaciones callejeras y sensibilizando a la opinión pública sobre el uso y abuso de la violencia digital han hecho visible el problema y han logrado colocar en la agenda legislativa de los estados este tema.
Fue así que finalmente obtuvieron su primera victoria doblegando a los diputados de Puebla quienes en 2014 aprobaron la llamada Ley Olimpia. Esta ley tipifica como delito penal la violencia digital y la castiga con hasta con 6 años de cárcel. “Las reformas avaladas protegen derechos humanos como el de la intimidad personal y sexual de las mujeres, así como el ejercicio libre y protegido de los derechos sexuales”.
“Entre las especificaciones de los cambios, los legisladores aprobaron que la pena señalada se agrave al 50 por ciento cuando la víctima sea una persona ascendiente o descendente en línea recta hasta el tercer grado; así como cuando exista o haya existido una relación de matrimonio, concubinato, noviazgo o cualquier otra relación sentimental o educativa, así como laboral”.
Actualmente ya ha sido aprobada en los estados de Guerrero, Puebla, Baja California Sur, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Oaxaca, Chiapas, Estado de México, Coahuila, Yucatán, Veracruz, Zacatecas y Ciudad de México.
En San Luis Potosí ya hay una iniciativa de ley que aborda este problemática y que pronto deberá ser vota en la Asamblea de Diputados.
Sería un avance en la lucha que desde las instituciones se ha emprendido para combatir la violencia contra las mujeres que la Ley Olimpia fuera aprobada en nuestro estado.
Nuestros diputados y diputadas tienen la última palabra.