Ceepac evita tomar postura ante candidatos que se hacen pasar por mujeres
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 7 de noviembre de 2018.- Durante la charla “Mercados de refinados: importación, conceptos de comercio internacional, precios de referencia”, Jaime Brito señaló que la única variable al precio de los hidrocarburos que los integrantes del mercado van a poder elegir y atinar, dependiendo del tamaño y la negociación, es al precio de referencia internacional que se encuentre en su zona de suministro.
El vicepresidente de Argus para América Latina, indicó que deben recordar que el mercado del Golfo en Estados Unidos es “la central de abastos” con más actividad en el mundo, la cual cuenta con una gran cantidad de refinadoras, así como proveedores que compran y venden, y que no existe una “razón para usar otro precio que no sea el del Golfo”.
Señaló que en este mercado se maneja el precio spot, es decir el costo de un producto, bono o divisa pactado para transacciones de forma inmediata, el cual representa una oportunidad entre compradores y vendedores para volúmenes de gran cantidad y que deben recorrer largas distancias.
Añadió que si los petroleros exportan crudo de México, cruzan su pipa para ir a una terminal de distribución de Estados Unidos y compran en rack, al depender con quien conversen, podrán negociar un precio de spot pues son productores mexicanos.
Explicó que los precios rack, el cual es más caro, tienen una aplicación regional inmediata que abarca alrededor de 10 a 15 millas, por lo que al comprar en el mercado del Golfo este no aplica al mercado mexicano.
Al depender que precio escojan, los petroleros de México pueden traer la misma molécula, el mismo volumen del mismo refinador de igual día y pagar cierto precio de acuerdo a la referencia que hayan utilizado.
Explicó que en el mercado global, después de septiembre, el precio de la gasolina cae. Cuando hay mucha producción en las refinerías mexicanas y mayor gasolina en el mercado, el precio se va a la baja.
Mientras que el precio del diésel seguirá subiendo en proporción del precio de la gasolina y del petróleo. Además, en largo plazo continuará su crecimiento y representará un buen negocio para la compra-venta si se conoce su estado en el mercado.
Indicó que si los petroleros se encuentran en negociaciones directas con un refinador, existe una legislación en Estados Unidos referente a la mezcla de biocombustible en la que el gobierno mexicano exige a esto, que si van transportar gasolina o diésel hacía los EEUU, deberá incluir un porcentaje de biocombustible.
Si la refinadora estadounidense no puede agregar este porcentaje, puede evitarlo, pero está obligado a pagar un impuesto. En el caso de que el refinador decida exportar gasolina o diésel esta condición se anula.
Brito les indicó a los asistentes que el mercado en Estados Unidos presenta una gran competencia en cuanto a exportación se refiere, es un mercado de compradores en el que los petroleros mexicanos tiene un mayor poder de negociación: “los refinadores se están peleando para poder exportarles a cada uno de ustedes”.
Si estos exportadores detectan que los petroleros tiene un grupo gasolinero o refinerías, con tal de ganar su negocio, les dirán “yo te vendo con el precio internacional de referencia de Argus del Golfo, (precio) spot y aparte te voy a restar el RVO que reporta diariamente”.
También es importante que conozcan que sucede con el mercado petrolero mexicano, hacía donde van los precios del petróleo y los inventarios porque esto impactará en su negocio.
Indica que hay empresas internacionales que cuentan con una producción petrolera en la que sacan su propio crudo del subsuelo, tienen refinación, distribución, así como varios componentes de suministro de los cuales sacan un margen.
Estas empresas que llegan a negociar con petroleros mexicanos, serán más abiertas e incluso explicarán los conceptos antes mencionados: “yo te vendo a mejor precio, no te voy a obligar a que me compres en precio rack”. Son, entre comillas, amigables con el mercado mexicano.
Agregó que existe un amplio negocio en cuanto a la mezcla para producir gasolina. Cuentan con la opción de traer un barco de gasolina terminada de Estados Unidos y lista para ser movida a las estaciones de México, o importar un barco de gasolina no terminada a la que solo le hace falta agregar un tipo de “laminilla” para dejarla a punto.
Si los petroleros importaran gasolina no terminada, y ya sea por cuestión logística o mediante barco, adquieren MTBE (líquido utilizado como aditivo a la gasolina), el diferencial del precio representará una ganancia al traer gasolina no terminada y hacer su propia mezcla en el país.
Señaló que en Estados Unidos ha aumentado la fracturación hidráulica o “fracking”, la cual permite sacar el crudo del subsuelo de forma económica y eficiente. Este crudo está contenido en esponjas lo que significa que es muy limpio, “es como sacar champagne” de petróleo.
Mientras que el convencional, el cual es el más común en México, se encuentra en “albercas subterráneas, como en globos”, el cual está más contaminado pues contiene una gran cantidad de azufre y nitrógeno. Por otra parte, el crudo sacado mediante fracturación hidráulica tiene, entre comillas, muy poco volumen de diésel, lo cual fortalece su precio.
En cuanto a la gasolina, esta se extrae con menor cantidad de octanos, los cuales determinan la capacidad de combustión de la gasolina en el cilindro del motor; lo que ha provocado un cambio estructural en la forma de hacer esta bencina en Estados Unidos, por lo que es más difícil de conseguir aquella que cuenta con un alto octanaje y es más cara.
Por lo que Brito señaló que a los petroleros les puede resultar más conveniente importar gasolina no terminada.
Respecto al precio de referencia, comentó que tanto compradores como vendedores de petróleo envían su información a lo largo del día a Argus para que ellos reporten tanto el precio máximo como mínimo del diésel y gasolina, para ellos ofrecer el costo real diario de todo el mercado.